Por Víctor Ardura.- (22-28-07-12) Las izquierdas que participaron en la elección, las que no han cerrado sea expresión de lucha y consideran que se cometió un fraude en los comicios, han dejado en claro que su lucha no será la violencia sino la exposición documentada del fraude que se cometió en contra de las elecciones.
Especialmente importante, destacado, es la postura del candidato Andrés Manuel López Obrador. Lo importante es que ha dejado ver, sentir, que su lucha no apuesta a la violencia y sí a exposición de una larga lista de hechos que revelan el fraude y la realización de cosas tan probables como el lavado de dinero.
López Obrador ha expuesto razones y motivos por los cuales es preciso descartar los comicios y analizarlos con toda profundidad. Ha expuesto lo inútil de las razones del PRI, sus argumentos, sus motivos, y si comparamos lo que dijo Murillo Karam, hombre que defendió ayer a este partido, el PRI, con lo argumentado por López Obrador y Jaime Cárdenas, Coordinador jurídico de la izquierda mexicana, hay motivos para creer que lo presentado por sobra en verdades y demostraciones.
Por ejemplo, Jaime Cárdenas, jurídico de AMLO, dejó en claro los motivos y los resultados que demuestran ante la opinión pública, ante la ciudadanía, los usos las sinrazones que pueden demoler las elecciones ante la presencia de las muchas irregularidades, por decirlo amablemente, cometidas por el PRI, (ver la nota principal de esta agencia).
Las denuncias y expedientes se entregaron a la Presidencia de México, a la Secretaría de Hacienda, PGR, a la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, a laComisión Nacional Bancaria y de Valores y a la Unidad de Fiscalización del Instituto Federal Electoral; es decir, las instituciones especializadas ya están al corriente de las irregularidades cometidas por el PRI. Aunque algunos medios de comunicación, casi la mayoría, (Reforma, la Jornada y otros son la excepción), se han mantenido al margen de estos argumentos legales, aun cuando Televisa y TvAzteca han pintado una raya y se han autonomía do independientes y legales, lo cierto es que están regidos por la complicidad.
Desde nuestro punto de vista bastaría con admitir a Reforma y La Jornada, o si se quiere a Reporte Índigo, para dar pie a la información fidedigna sobre la lucha legal que esta imponiendo la colisión Movimiento Progresista. He escuchado muchos puntos de vista, he oído recordatorios que permiten suponer el triunfo avance del PRI con todo y sus trampas.
No creo posible, o de ser posible sería con la violación evidente que sería, vergonzoso, que en esta ocasión la trampa ya la ilegalidad vayan a salirse con la suya. De se así la ilegalidad, la violación, la violencia valdrían más que la democracia.
Hay que recordar que dos partidos han coincido en calificar la elección como irregular, el PAN y el PRD, y esa simple coincidencia en un país democrático seria suficiente para emboscar lo que ahora son dudas. Vamos a dejar pues que las muchas dudas que sobre la elección, que son puntos de vista certeros y nada vulnerables, adopten la calificación de los comicios.
Julio César González ¿Dirigente estatal del PAN?
Casi antes de acabar la administración de Leonel Godoy, me encontré en una institución bancaria al compañero Jaime Márquez. Yo había sabido de un accidente de auto en el cual dos periodistas habían salido gravemente lesionados. El accidente sucedió el jueves 29 de septiembre de 2011, por la noche. Yo no supe nada de él hasta que lo vi en silla de ruedas, a la entrada de la institución bancaria. No pude inmolar mi estado de ánimo. A Jaime lo había conocido desde muchos años atrás, como reportero del diario La Opinión, y un profesionista muy exitoso. El asunto me dejó francamente sorprendido, adolorido, anonadado, y pude de sus labios saber qué había sucedido.
Lo que me contó Jaime fue algo terrible, más que el accidente. Fue una historia de negligencia ética médica, por parte de los médicos del IMSS, de ruin descuido lo que motivó que una de sus piernas se descuidara y sufriera septicemia. El Delegado del IMSS en Michoacán, Julio César González, no atendió el estado de salud de Jaime, de tal manera, que los médicos descuidaron visible y contrastablemente a nuestro compañero. Jaime tuvo que ir a la ciudad de México al Hospital General, donde fue atendido pero ya irremediablemente. Recuerdo que me comentó que los médicos de este centro hospitalario se pusieron a la disposición de Jaime en caso que quisiera demandar al Delegado del IMSS y su cuerpo médico. Hoy Jaime se ha recuperado y es el coordinador de prensa del grupo parlamentario del PRD. Enfrenta con valentía la desgracia que le toco vivir, sí, pero aún más el desparpajo ya la inutilidad de un grupo que debió haber acusado de otra manera.
Ahora resulta que este delegado del que estamos hablando, Julio César González, afirma que quiere disputar la dirigencia estatal del PAN. Dice que veinte consejeros lo apoyan, y segura meterá mano firme en el rumbo de Acción Nacional. El hombre afirma que ante la derrota del primero de julio es necesario que el PAN en Michoacán sufra una reestructuración y para eso esta dispuesto a dejar en buen estado la delegación del IMSS y estructurar un Comité Directivo Estatal que levante a este partido en la entidad.
¡Vaya! Es sorprendente que piense en la posibilidad de renovar las filas del PAN. Con Salvador López Orduña dejó un pésimo ejemplo en programas como HÁBITAT, Salvador que es una gente de buena disposición, le comenté el asunto de ausencia de pago de varias quincenas a un programa, Casas de Cultura Vecinal, y delante de mí le llamó la atención duramente indicándole que pagara a los talleristas lo más rápidamente posible. Son tan solo unos ejemplos de cómo este señor, Julio González, es una persona que deja mucho qué desear en su comportamiento. Lo más grave es la actuación que tuvo para nuestro compañero Jaime Márquez Álvarez. ¿Podrá sortear una nueva dirigencia, y sacara disidentes de opinión y tener la suficiente calidad moral como para dar ese paso?