(19-07-12) Hay una inerte incertidumbre sobre la efectividad y la limpieza de las elecciones presidenciales. Antela mayoría denlos medios de comunicación Enrique Peña nieto ha dado a entender que su triunfo puede considerarse, limpiamente como una amanera de acreditar sin menoscabo a un partido y sus métodos de obtención de votos. Las empresas que han sido identificadas como ordenadoras de tarjetas, han sido catalogadas como inexistentes, por ejemplo.
El día de hoy Andrés Manuel López Obrador dio a conocer que ante el Tribunal Electoral harán visible esta demanda por lavado de dinero en, que es fácilmente identificable con pruebas varias. El candidato de las izquierdas de México dijo que existen suficientes evidencias como para demostrar que el PRI llenó el panorama de irregularidades.
Jaime Cárdenas, integrante del equipos de abogados que presentaron el juicio de nulidad de la elección presidencial ante la autoridad electoral, detalló la forma en la que cuatro casas de financiamiento y un particular se prestaron a esta ilegalidad, citó la forma en que su actuación vulnera la ley, y el modo en que el movimiento de izquierda en México, los partidos que lo integran, habrán se buscar que sea debidamente acreditada esta demanda.
La democracia exige que sea cumplida con toda legalidad. El candidato del PRI arroja demasiadas sospechas y dudas sobre su actuación en estas elecciones. El Tribunal Electoral está en la obligación de estudiar, analizar, comprobar las acusaciones de la izquierda en México. Ni sería apto que dejara pasar de evidentes pruebas con tal de beneficiar a un partido político. Está en prueba no una ley sino un modo de entender la democracia en México.