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Columna «Sendero Político», Por José Cruz Delgado (23-VIII-16).- Fluyeron desde Rio 2016 las malas noticias, no porque nuestros deportistas quedaran sin alcanzar medallas, no, sino por la torpe actuación de Alfredo Castillo Cervantes, director de la CONADE, que en varias ocasiones puso a México en riesgo de ser eliminado de la XXXI Olimpiada y, quiérase o no, nuevamente quien logró conciliar con la presidencia del Comité Olímpico Internacional fue el veracruzano Carlos Padilla Becerra, titular del Comité Olímpico Mexicano, quien es nulificado por el Presidente Enrique Peña Nieto.
Considero oportuno comentar que, como señaló, el señor Castillo Cervantes no es el único responsable de que México no figure en el medallero, pero lo es porque desde abril de 2015 emprendió una guerra contra su antecesor (el clavadista Jesús Mena) y los anquilosados dirigentes de las federaciones deportivas.
Lo que pudo ser un punto a su favor, Castillo Cervantes lo anuló por ignorar la reglamentación deportiva, pues internacionalmente está aprobado que los gobiernos no deben de intervenir en la vida de esas organizaciones y si los federativos reciben apoyo económico oficial corren el peligro de ser desconocidos por las respectivas federaciones internacionales. Después comenzó a intrigar contra la dirigencia del Comité Olímpico Mexicano, bajo el argumento de que él, como titular de la CONADE, era la única autoridad deportiva en nuestro país.
En su enfrentamiento con algunos presidentes de federaciones, el superamigo del Presidente Peña Nieto, nunca pensó –es pedirle mucho— que estaba perjudicando a los deportistas. El ejemplo más claro es el del boxeador Misael Rodríguez, quien anduvo “boteando” en la vía pública y en los microbuses, para cubrir sus gastos y poder ir a Rio 2016 porque la CONADE no lo apoyó. Hay quejas de los deportistas Julián Ayala, de Bredni Roque, de Alejandra Zavala, de Rodolfo Cazaubon, de la paraolímpica Ingrid Buenfil, entre otros, que, por diversos motivos, no tuvieron respaldo alguno.
Pero, el pero que nunca falta, Peña Nieto nombró a Alfredo Castillo Cervantes por ser un excelente jugador de pádel, un deporte que no es muy conocido entre nosotros. El titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, CONADE, ni estaba relacionado con las organizaciones deportivas mexicanas y mucho menos con los organismo internacionales, por lo mismo nadie sabía de su existencia, por ello el año pasado se enfrentó inclusive al Comité Olímpico Internacional, luego de anular el compromiso del Gobierno Federal para celebrar el Campeonato Mundial de Natación 2017 en Guadalajara, Jalisco.
El desconocimiento de la reglamentación también lo demostró Castillo Cervantes al ordenar que médicos no acreditados, estén interviniendo para atender a los seleccionados mexicanos. Otra violación fue la de inducir a los taekwondoínes mexicanos a participar con uniformes no autorizados, por lo que tuvieron que intervenir personalmente el licenciado Carlos Padilla y Olegario Vázquez Raña, miembro del COI, para evitar sanciones drásticas.
Lo decepcionante es que Alfredo Castillo Cervantes no suda ni se acongoja, se llevó a la novia a los Juegos Olímpicos y allá mismo, en tierras brasileñas, el Comité Olímpico Internacional le retiró a la CONADE seis acreditaciones porque, quienes las tenían, violaron el derecho de propiedad del COI. Se trata de fotógrafos y camarógrafos que subieron a las redes sociales material que fue utilizado por medios informativos, sin la autorización correspondiente. Ese personal no tiene ya acceso a ninguna área.
Si el Presidente de México no se opone, su súperamigo tal vez comparezca ante dirigentes políticos y legisladores federales, quienes le exigirán una explicación no sólo de la no consecución de medallas, sino de toda la ridícula actuación que ha tenido nuestro “Ministro de Deportes”, como deja que lo llamen en el extranjero.
PREGUNTA PARA MEDITAR:
¿Quién podrá poner orden en la administración, en dar proyección y en fomentar a los deportistas mexicanos, después de que en 116 años México ha ganado 13 medallas de oro, 22 de plata y 28 de bronce? Incluidas la de bronce del boxeador y de plata de Lupita González en atletismo, de Rio 2016.
