Por Noemí Avilés.-
(160712) El querer transformar un partido político, en base a demandas de renovación, no siempre es la decisión correcta. El Partido de la Revolución Democrática en Michoacán ha pasado varias veces por liderazgos que se consideran benéficos o en su caso incorrectos. En el liderazgo anterior Fabiola Alanís Sámano provocó varias decisiones en contra, pero al final su dirección resultó la correcta. Hoy estamos en la misma circunstancia con Víctor Báez Ceja.
No digamos, como una suerte de anticipación por demás precipitada, que se ha acabo el tiempo de Víctor Báez Ceja. No caigamos tampoco en anticipación que su liderazgo no es adecuado.
Báez Ceja ha demostrado estar a la altura de las circunstancias y ser un adecuado receptor de militancia en el partido. Se han dado voces que han maltratado la figura y el prestigio de Báez Ceja. Son razonamientos que se espetan, pero en este caso se trata de presión tal que hace intolerable la estadía.
En estos momentos lo que vale la pena es tratar de meter orden en el partido y no desorden. Es cierto que hay grupos que buscaran bajar a Víctor Báez de nivel, de la dirigencia, del liderazgo que debe asumir.
Por otra parte, es indispensable guardar con éxito, con olfato, lo que debe hacer el partido en este tiempo y presentarlo como una opción electoral para dentro de tres años.
Las palabras de Báez Ceja suenan como retadoras y un tanto desafiantes. Estoy de acuerdo. Sin embargo es preciso primero tener en cuenta que legalmente aBáez Ceja le toca hasta entonces, y ese entonces lo deciden las normas partidistas.
Habrá no obstante una renovación de cuadros y seguramente Víctor Báez, que ha demostrado ser un fan militante, abrirá la confección hacia todos los grupos del partido para que queden bien representados. En caso contrario las amenazas, la renuncia a la militancia para obligar a Báez Ceja a su partida, no suena mas que a una presión que ni debe ser tomada en cuenta. Lo mejor es que todos los grupos estén representados en el partido y que el partido se recupere en táctica y estratégicamente para los próximos años que vienen. Esa es, creemos, la mejor estrategia que debe seguir el partido.