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22 de julio, 2016 — La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (ONU-DH) en México deploró el asesinato del periodista Pedro Tamayo, en Tierra Blanca, Veracruz, y llamó a las autoridades a emprender una investigación pronta e imparcial de los hechos.
En un comunicado, la Oficina también pidió que se juzgue y sancione a los responsables del crimen y que se repare adecuadamente a los familiares de la víctima.
Según informaciones recibidas, en enero de 2016 Tamayo fue amenazado de muerte, por lo que la Comisión Estatal para la Protección de Periodistas de Veracruz (CEAPP) trasladó al periodista al norte del país.
Posteriormente, cuando el comunicador regresó a Veracruz, la Comisión acordó con un nuevo plan de protección que no obstó para que Tamayo fuera abatido el día 20 de julio en presencia de su familia, cuando salía de su domicilio.
La ONU-DH recordó que en lo que va del año, al menos ocho periodistas –tres en Veracruz, tres en Oaxaca, uno en Guerrero y otro en Tabasco, más un colaborador de un medio en Michoacán– han sido asesinados.
Estos casos se suman a los 107 periodistas ultimados entre enero de 2000 y diciembre de 2015 que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha registrado.
Jan Jarab, representante de la ONU-DH en México, señaló que los asesinatos de periodistas no sólo lastiman a sus queridos sino que también intimidan al gremio e impactan negativamente el derecho a la libertad de expresión, privando a la sociedad de su derecho a la información.
“Ningún ataque contra periodistas ni trabajadores de los medios de comunicación, incluyendo medios independientes, comunitarios o de cualquier otro tipo, debe quedar impune”, apuntó Jarab.
La ONU-DH reiteró su compromiso de seguir cooperando con las instituciones y autoridades mexicanas en el fortalecimiento de las políticas para la protección de periodistas y el combate a la impunidad.
