Ahuizote Agencia de Información Ahuizote.com
Columna «Sendero Político», Por José Cruz Delgado (09-VI-16).- La elección del pasado próximo domingo 5 de junio resultó estratégico para la definición del panorama electoral de cara a la sucesión presidencial de 2018, pero más allá de eso, para el posicionamiento de cada fuerza política en la verdadera lucha que se cifrará en el proceso electoral federal ya mencionado: la disputa por el rumbo del país.
Las contiendas fueron cerradas en algunos estados, pero finalmente el PRI ganó 5 gubernaturas, el PAN siete, pero eso no implica que vaya a ganar las próximas elecciones presidenciales, si hubiera ido solos no les ubieran alcanzado los votos, al igual que al PRD, así que ambos partidos nada tienen qué festejar, sino reflexionar y ponerse las pilas, pues saben perfectamente que se requiere mucho más que eso para echar de Los Pinos al actual gobierno en el poder. Además vienen las luchas internas en el PAN y PRD, en el PAN es lógico que la exprimera dama, Margarita Zavala busque la candidatura, apoyada por el nefasto expresidente Felipe Calderón Hinojosa que dejó mal precedente, principalmente en Michoacán, donde es repudiado por la sociedad y que la partió la ma…. a los michoacanos. El PRD no tiene con qué ganar, así que debe ir buscando la manera de cómo hacerle y la verdad no le queda de otra más que unirse al PAN y convertirse en un partido lacayo.
Efectivamente hay una deterioro en la imagen presidencial y hay una crisis crisis de credibilidad pero no todo es malo, bien lo dijo el jerarca nacional del Tricolor, hay que reflexionar para ver las fallas y si bien es cierto que hay exgobernadores malos y por eso castigaron al PRI, dicho partido no está en la lona, al contrario, es seguro que después de una autocrítica se va fortalecer y los presidentes estatales van a luchar con todo para obtener la victoria presidencial como es el caso de Michocán con Víctor Silva Tejeda
Tanto el PRD como el PAN no deben cantar victoria, solos no dan una, necesitan aliarse para poder ganar, también lo hace el PRO con PANAL Y Verde Ecologista, pero esos partidos no son garantía de triunfo, se alían porque saben que corren el peligro de perder el registro y monetariamente no les conviene, lo importante para ellos es seguir sangrando a los mexicanos pésele a quien le pese porque somos nosotros quienes les matamos el hambre e esos zánganos, si cada partido fueran solos sería menos oneroso. La democracia en México es la más cara del mundo, los gastos de campaña son excesivos, los consejeros de los estados ganan sueldos extratosféricos al igual que los consejeros del INE. Estamos seguros que si a dichos funcionarios les pagaran el salario mínimo profesional no aceptarían esos puestos. Si los diputados, alcaldes, regidores o senadores recibieran al salario mínimo, téngalo por seguro que no buscarían curules ni alcaldías, porque son muy pocos los que realmente se preocupan por el pueblo, y voy dar el nombre de Víctor Silva Tejeda, quien a pesar de ser diputado federal y presidente el PRI en Michoacán, hace obras con su salario apoya a la gente, cosa que muy pocos lo hacer, porque los que llegan al poder solo quieren enriquecerse.
Al interior del PRI, la medida de triunfo que se auto impuso Manlio Fabio Beltrones quien definió como objetivo el ganar nueve gubernaturas, no es signo de derrota, pero sí hay un pretexto perfecto para que sus detractores comiencen a frotarse las manos y a señalar tal resultado como un fracaso. Pese a ello, el tricolor luce competitivo, y logró derrotar a la oposición desde la mesa al desdibujarla con la seducción del Pacto por México que ha puesto en el mismo rasero a los tres principales partidos políticos frente a la opinión pública.
Las balanzas de cara al 2018 parece que se moverán en sus fieles después de los dividendos de la elección del domingopasado. La disputa por el país se decanta a dos opciones claras: el sostenimiento y la reproducción de un PRI que con habilidad de ciclista sigue corriendo hacia adelante y en la punta pese a los vendavales de la crisis; o bien, la aglutinación de la oposición progresista en torno a un proyecto de rescate de la nación atractivo a los ciudadanos.
