Distrito Federal (17 abril 2016).- Una vez más, Andrés Manuel López Obrador ocupa el escenario electoral como un candidato viable y dominante para las próximas elecciones presidenciales. No sólo es el candidato con mayor nivel de reconocimiento de nombre, sino que también ocupa, invariablemente, el primer lugar en todos los careos, con una ventaja de entre 2 y 7 puntos porcentuales sobre el segundo lugar -Margarita Zavala. Por su parte, la gama de candidatos priistas representa un factor importante para definir el margen de victoria y la competitividad de cada presidenciable en la elección.
De acuerdo con la más reciente encuesta nacional de Grupo Reforma, el partido que lidera las preferencias del electorado es el PRI con una intención de voto de 25 por ciento. No obstante, ninguno de los candidatos del tricolor medidos en el estudio logran posicionarse en primer lugar en los careos. En contraste, aunque Morena ocupa el tercer lugar en las preferencias por partido, su fundador y aspirante presidencial encabeza la competencia hasta el momento.
Cabe destacar que, a pesar de que la izquierda se encuentra notablemente dividida, debido a la presencia de Morena, este partido ha logrado ocupar un lugar muy cercano al PAN, con una diferencia de tan sólo 3 puntos porcentuales. Por su parte, el PRD se ha quedado rezagado en un lejano cuarto lugar, tanto en preferencia por partido como en careos de candidatos.
El candidato priista que tiene mayor reconocimiento de nombre y que también resulta el preferido para representar al tricolor en el 2018 actualmente es el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Aunque el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, goza de un buen reconocimiento de nombre, lo que suceda en su entidad en las elecciones de 2017 -cuando se renueva la gubernatura- definirá sus posibilidades de crecimiento. El resto de los secretarios de Estado que podrían perfilarse para la contienda se encuentran aún en niveles muy bajos de popularidad y preferencias.
En lo que respecta al PAN, la presencia de su joven líder en spots televisivos ha resultado efectiva. Aunque en careos previos Ricardo Anaya no lucía competitivo, ahora se acerca considerablemente a la ex primera dama, Margarita Zavala, tanto en preferencias en población abierta como entre simpatizantes del albiazul.
El jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, es el perredista mejor posicionado en conocimiento de nombre y, por el momento, parece no tener competidor dentro del partido del sol azteca.
El espacio que existe para independientes en el 2018 pone en la mira a los personajes que podrían lograr una candidatura de esta índole. El Bronco es el candidato independiente más fuerte, gracias al revuelo que causó su victoria el año pasado. Sin embargo, aún falta mucho para ver si un candidato sin partido logra captar el voto de la mayoría del 67 por ciento de los electores que hoy dicen estar dispuestos a apoyar a un independiente para la Presidencia.
La metodología de careos que se llevó a cabo en este estudio examina distintas aristas, desde un escenario de competencia de partidos, hasta la entrada de un independiente, y el efecto de variar a los candidatos del PRI. El escenario de una contienda netamente partidista registra un margen de victoria de López Obrador de 7 puntos porcentuales sobre Margarita Zavala como candidata del PAN. El candidato dominante del PRI, en cambio, obtiene únicamente el 18 por ciento de las preferencias -11 puntos por debajo de AMLO y 4 por debajo de Zavala. Miguel Ángel Mancera concentra un porcentaje de intención de voto por debajo de aquellos que eligen la opción Ninguno, mostrando la debilidad de su posible candidatura. Este escenario revela una contienda de candidato fuerte con un segundo lugar viable.
La entrada de un independiente, como El Bronco, a la contienda reduce la brecha entre López Obrador y Zavala y minimiza el voto por Mancera. Esto indica que un candidato con el perfil del gobernador de Nuevo León perjudica significativamente más a la izquierda en su conjunto, que al PRI o al PAN. Este escenario perfilaría una contienda que podría volverse de tres candidatos, en donde AMLO pierde terreno.
Cuando se sustituye a Osorio Chong por el resto de los alfiles del tricolor, el PRI comienza rezagarse y la diferencia entre AMLO y Margarita Zavala se reduce significativamente. El careo más llamativo es aquel en el que el secretario de Educación, Aurelio Nuño, pudiera abanderar al tricolor, dejándolo en los niveles del PRD y abriendo paso a un empate entre el PAN y Morena. Es decir, la fortaleza del candidato priista en este momento define lo competitiva que puede llegar a ser la contienda y si se perfilará como una elección de dos candidatos o un escenario terciado.
Por último, en un careo entre líderes de partido se exhibe la fortaleza de dirigente de Morena, con una ventaja de dos a uno sobre los del PRI y del PAN. No obstante, en este escenario se observa un empate entre Anaya, Beltrones y El Bronco, mientras que el líder nacional del PRD, Agustín Basave, se desploma a la mitad del dato más bajo que registra Mancera en los distintos careos.
A pesar de que la carrera por la Presidencia ha arrancado con gran fuerza, la historia nos recuerda que la gran mayoría de los punteros a estas alturas de la contienda no llegaron a la recta final, no se diga a la silla presidencial. La única excepción contundente ha sido Enrique Peña Nieto. Por lo tanto, no se pueden descartar nuevos escenarios surgidos de todos los partidos, así como de los independientes que ya se han pronunciado y los que puedan hacerlo todavía.
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