Columna «Bajo la Lupa»: Político pobre, es un pobre político

Frase lapidaria expresada por el profesor CARLOS HANK GONZÁLEZ, al justificar su permanencia influyente en el sistema político mexicano, creando una impresionante fortuna a partir de ser un simple profesor rural, sin embargo, es una frase que se utiliza de muy diferentes maneras, pero la más aceptada es que sin dinero, es casi imposible hacer carrera política. Otra forma de utilizarla, es para señalar que un gobernante que no dispone de dinero, no hará un buen gobierno, empero, por lo general, ni siquiera en la economía doméstica, queremos aceptar que no tenemos o poseemos dinero, menos ejerciendo el poder público, pues se dirá que dinero disponible no alcanzará para tal o cual programa, pero nunca se aceptará que se naufraga en la gobernanza por falta de dinero.

Desde la perspectiva de este escribidor, el titular del poder ejecutivo estatal SILVANO AUREOLES CONEJO y el presidente municipal de Morelia ALFONSO MARTÍNEZ ALCAZAR, padecen en algunos aspectos, de lo mismo, razón por la cual navegan con mucha dificultad en el ejercicio del poder público de sus respectivos niveles, a saber: la falta de dinero y de equipo. Los dos aspectos son graves, son fundamentales en su quehacer cotidiano, su combinación puede ser fatal, a menos de que el segundo de ellos, el equipo, sea corregido para que siendo funcional, capaz, eficaz y efectivo, pueda generar opciones de obtener dinero y eso sí, está en sus manos.

Nadie que se diga cuerdo, puede negar que el gobernador SILVANO AUREOLES CONEJO recibió la administración pública con unas finanzas en “banca rota”, solo habían discrepancias en la determinación de la gravedad de la quiebra, sin embargo, aquel memorable discurso de su toma de posesión, allá en el teatro Morelos el primero de octubre del 2015, AUREOLES CONEJO aseguró que su gobierno no será de excusas, quejas o lamentos, alguien “que esconda la cabeza o evada responsabilidades”, para después enumerar una serie de medidas y promesas, que generaron una enorme expectativa, pero sobre todo, una enorme esperanza de que las cosas cambiarían. Su relación con la clase política, producto de haber sido presidente de la mesa directiva de la cámara de diputados federal y en particular con el presidente ENRIQUE PEÑA NIETO, hicieron que los michoacanos soñáramos con un Michoacán mejor.

El primer golpe que a los michoacanos nos hizo daño ya en la administración de AUREOLES CONEJO, fue la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación, el muy conocido PEF, en el que los diputados federales solo aprobaron un poco más de 46 mil millones de pesos para nuestro estado, casi 2 mil millones de pesos menos que en el 2015. ¿Cómo, por qué? Sí el gobernador es amigo del presidente PEÑA NIETO, ¿Por qué no nos ayudó con más recursos? El PEF se convirtió en la primera decepción, en el primer indicio de que la situación económica del estado, de la administración pública no mejoraría, a menos de que SILVANO tuviera algún as bajo la manga y así lo percibimos cuando su representante en el congreso local, PASCUAL SIGALA PÁEZ promovió la aprobación de un presupuesto de egresos cercano a los 60 mil millones de pesos. Casi 13 mil millones de pesos de diferencia con el PEF, con ingresos propios cercanos a los 4 mil millones de pesos, lo que hacía percibir de entrada un déficit de 9 mil millones de pesos, así de grave, empero la capacidad de gestión reconocida en AUREOLES nos ha hecho pensar que salvará la situación, solo que el tiempo apremia, pues solo le quedan escasos 5 meses de su primer años de gobierno. ¿Lo logrará?

Por sí algo faltara, cuando los números decían que en materia de seguridad íbamos saliendo de la gran crisis, que por lo menos en una primera etapa la delincuencia común y la organizada habían sido contenidas, nos revienta una crisis que aún hoy, no ha sido superada. Pareciera que los grupos delincuenciales han descubierto debilidades del estado y han regresado o se han recompuesto, de manera que han logrado estructurarse como para tener la fuerza de retar nuevamente la fuerza del estado. Las acciones de prevención, contención y exterminio, requieren de una alta dosis de dinero que no se tiene y que por lo urgente, obliga a descuidar otras áreas de la administración pública, lo que explica que constantemente surjan conflictos por falta de pago de salarios, prestaciones o el cumplimiento de compromisos sociales como obra pública o servicios.

La situación de las finanzas públicas anunciada por el gobierno federal y el recorte en el presupuesto de egresos de la federación, anuncian una gran dificultad para obtener recursos extraordinarios que alivien de alguna manera nuestra angustiosa situación, de manera que solo nos resta que el titular del ejecutivo estatal asuma la responsabilidad de generar recursos propios, pero sin agredir a la sociedad con la creación de nuevos impuestos o cualquier tipo de contribución y eso solo lo puede lograr, contando con un equipo de colaboradores, en primer lugar fieles, comprometidos con Michoacán y en segundo lugar, capaces, eficientes y eficaces para acompañar al gobernador en la generación de un programa de verdadera austeridad, que sea lo suficientemente capaz para detectar en donde y por qué hay fugas de dinero o quién y por qué gasta dinero en lo no primordial, pero además, diseñar un instrumento jurídico lo suficientemente eficaz para meter a la cárcel a todo aquel funcionario mayor o menor que se robe el dinero del pueblo y por otra parte, un equipo capaz de instrumentar una verdadera “agenda de riesgos” que permita prevenir y diseñar soluciones a la problemática social, política y de seguridad del estado. Su actual equipo, se desenvuelve como el juego de Juan pirulero, en donde “cada quien juega su juego”, pero ninguno o muy pocos juegan en la cancha del gobernador del estado.

Por su origen “independiente” ALFONSO MARTÍNEZ ALCAZAR no cuenta con el respaldo de alguna asociación o partido político, circunstancia que se reflejó en la nula capacidad de gestión de recursos económicos, tanto en la federación como en el estado, pues los recursos y obras que le llegarán al municipio no son producto de su gestión, sino programas consuetudinarios del estado y la federación, a más de las participaciones federales y estatales, ni un centavo más, así diga misa, nadie que esté cuerdo en política de cualquier nivel de gobierno le dará recursos, a sabiendas de que darle, significa hacer de los gobiernos “independientes”, gobiernos exitosos, lo que se traduciría en un suicidio para los partidos políticos, así que el futuro para el municipio de Morelia con su presidente municipal “independiente” es negro.

Lo anotado en el párrafo anterior, es la explicación del porqué de los nuevos programas del ayuntamiento capitalino como las fotomultas, las luminarias para el alumbrado público, el mapping, la modernización catastral y otros que por ahí trae en su cartera. Todos los programas tienen en esencia un espíritu recaudatorio, tanto para el erario público municipal como para el bolsillo del edil y sus cercanos colaboradores. ¿Por qué agredir el bolsillo de los morelianos? Simple, porque no tiene de otra para obtener recursos. ALFONSO se está jugando todo a una sola carta. Que los morelianos le reconozcan su esfuerzo al recibir los beneficios de los programas que está implementando. Su proyecto político de reelegirse, ser senador y hasta gobernador, todo por la vía independiente o adoptado por algún partido descapitalizado políticamente, se sustenta en que los morelianos comprendamos sus intenciones y que apreciemos el resultado de su política administrativa municipal, algo muy difícil de alcanzar, agredir el bolsillo de la sociedad, es algo que no perdona.

El equipo de MARTÍNEZ ALCÁZAR, no solo es ineficiente e ineficaz, padece de una soberbia que agrede a los morelianos, sobre todo, los muy cercanos, lo que todo lo saben y lo que no lo inventan. Al igual que en el gobierno estatal, ALFONSO necesita un equipo capaz en la operación política, que sea humilde y condescendiente con la clase política y la sociedad misma, que puedan y sepan operar política y socialmente los programas, que sepan aterrizarlos sin que la sociedad se sienta agredida. Los que lo rodean no son eso, necesita cambiarlos y él mismo, ser honesto y cumplir su palabra.