Ciudad del Vaticano, 27 de marzo del 2016.- El Papa francisco condenó este domingo el «rechazo de quien podría ofrecer hospitalidad y ayuda» a los migrantes y refugiados que huyen de la guerra y pidió diálogo en Venezuela, en su tradicional mensaje de Pascua.
Pese al miedo a los atentados, decenas de miles de fieles asistieron a la bendición «Urbi et Orbi» («a la ciudad y al mundo») del domingo de Pascua en la plaza de San Pedro.
Ningún incidente fue registrado domingo ni durante las largas celebraciones de la semana pascual.
Se había desplegado, sin embargo, un importante dispositivo de seguridad cerca de la plaza de San Pedro. La policía registraba a los peregrinos con detectores de metales y, para acceder a la plaza, los obligaba a pasar por unos recorridos delimitados por barreras.
Al pronunciar su mensaje de Domingo de Resurrección, el Papa Francisco recordó a las víctimas del terrorismo en Europa, África y otros lugares, y lamentó que varios países europeos rechacen la entrada a los refugiados que huyen de la guerra o la miseria.
Francisco dijo a los fieles que Jesús, que se levantó después de la muerte por crucifixión, «triunfó sobre el mal y el pecado». Expresó su esperanza de que Jesús «nos acerque a las víctimas del terrorismo, esa forma ciega y brutal de la violencia». En su mensaje, Francisco citó los recientes ataques en Bélgica, Turquía, Nigeria, Chad, Camerún, Costa de Marfil e Irak.
Francisco también censuró la destrucción y el «desprecio por el derecho humanitario» en Siria, donde millones de personas han huido a Europa o a campos de refugiados cerca de su tierra natal.
El Papa argentino, de 79 años, parecía en buena forma pese a las múltiples celebraciones de estos últimos días. Incluso efectuó un largo recorrido entre la multitud entusiasta en un pequeño vehículo blanco descubierto.
Al final de la misa, charló brevemente con los antiguos reyes de Bélgica, Alberto II y Paola, que asistieron a la ceremonia.
Con información de AP y AFP