19 de noviembre, 2015 — Una de cada tres personas en el mundo carece de servicios de saneamiento y una de cada ocho defeca al aire libre pese a la importancia que tienen las instalaciones de higiene adecuadas para la salud y el medio ambiente.
Con motivo del Día Mundial del Retrete, la ONU subrayó hoy que el saneamiento también es fundamental para el desarrollo y la dignidad de las personas y de los países.
En su mensaje para la jornada, el Secretario General de Naciones Unidas señaló que la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, adoptada recientemente, reconoce el papel clave del saneamiento.
“Las deficiencias en el saneamiento y la higiene son un elemento crucial de la enfermedad y la malnutrición”, apuntó Ban Ki-moon, e indicó que 800.000 niños mueren cada año de diarrea, además de que la mitad de los decesos de menores de 5 años se deben a la desnutrición.
Agregó que pese a la adopción de medidas relacionadas con el saneamiento, el progreso es demasiado escaso y lento y recordó que la meta mundial es poner fin a la defecación al aire libre para 2025.
En este contexto, Ban llamó a la comunidad internacional a emprender un debate abierto y franco sobre la importancia de los retretes y el saneamiento para mejorar la salud y el bienestar de un tercio de la familia humana.
Por su parte, el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) apuntó que la falta de acceso a inodoros pone en riesgo la vida y la salud de millones de niños en las comunidades más pobres.
UNICEF detalló que unos 159 millones de menores de 5 años sufren retraso de crecimiento y que 50 millones más se encuentran muy por debajo del peso adecuado para su edad.
La agencia de la ONU explicó que la falta de saneamiento y la defecación al aire libre elevan la incidencia de la diarrea y facilitan la diseminación de parásitos intestinales, lo que conduce a la desnutrición.
“Debemos implementar soluciones concretas e innovadoras al problema de dónde va la gente al baño, de no ser así, el mundo le fallará a millones de niños, los más pobres y vulnerables”, dijo Sanjay Wijesekera, director de los programas de Agua y Saneamiento de UNICEF.