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23 de septiembre, 2015 — A la expectativa que genera todos los años la participación de los jefes de Estado en la Asamblea General de Naciones Unidas, la cita política internacional por excelencia, este año se le suma la visita del Papa y la Cumbre especial para la adopción de la nueva agenda de desarrollo para 2030.
En unos días, el vestíbulo del Secretariado de la ONU en Nueva York se parecerá a una estación central de tren en hora punta, repleto de líderes mundiales, dignatarios de la ONU y sus grandes equipos de personal y diplomáticos, que este evento de alto nivel requiere.
Entre esa multitud de personas, se espera que haya unos 5.000 periodistas. Isabelle Broyer, que trabaja desde hace 6 años en la unidad de acreditación de medios de comunicación de la ONU, explica la estrategia para organizar a todo este grupo de profesionales en busca de una exclusiva.
“Durante la semana de alto nivel en la ONU, nuestros amigos en Seguridad nos ayudan mucho a controlar esta aglomeración, pero también requiere una cooperación estrecha con los medios; les tenemos que explicar lo que es posible y lo que no, y ahí es donde empieza la diversión”.
Broyer asegura que esa exclusiva es bastante improbable ya que si bien hay acceso, éste es distante, reservado a espacios especiales para los medios donde conseguir una foto o unas imágenes de recurso. También están las conferencias de prensa, pero eso es lo máximo que podrían acercarse.
El primer obstáculo para conseguir esas declaraciones novedosas probablemente sea el propio edificio, que Broyer describe como laberíntico, especialmente para los recién llegados a las Naciones Unidas.
Por otra parte, la coordinadora de prensa de la ONU asegura que muchos periodistas, acostumbrados a un seguimiento más próximo de un presidente o ministro, armados con sus acreditaciones de acceso especial, se llevan una sorpresa cuando se dan cuenta de que durante la semana de la Asamblea General de la ONU eso no les abre todas las puertas y existen restricciones.
El viernes está programada la visita del Papa y el comienzo de la Cumbre para la adopción de los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible. El lunes arrancará el debate general. Como es tradicional, Brasil será el primer país en dirigirse a la Asamblea General.
