04 de junio, 2015 — La Oficina de Naciones Unidas de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) advirtió hoy que Iraq se encuentra al borde de una catástrofe humanitaria debido al recrudecimiento de la violencia y un enorme déficit de financiación.
La oficina del organismo en Iraq explicó que las operaciones vitales de asistencia, dirigidas a millones de personas afectadas por el conflicto en Iraq, corren el riesgo de ser suspendidas a menos que se consigan fondos inmediatamente.
En este contexto, OCHA y sus socios en el terreno, solicitaron a los donantes internacionales 497 millones de dólares para cubrir los costos de albergue, comida, agua y otros servicios básicos durante los próximos seis meses.
El llamamiento, lanzado en Bruselas, abarca la asistencia a 5,6 millones de desplazados que han sido víctimas de los enfrentamientos entre las fuerzas del gobierno y el Estado Islámico de Iraq y el Levante (ISIS).
El subsecretario general de la ONU, Kyung-Wha Kang, describió el drama humano durante el evento: “Las mujeres y las niñas son secuestradas y son víctimas de violencia y esclavitud sexual de forma sistemática. Algunos niños han perdido a sus padres, otros huyeron a la fuerza para salvar sus vidas. Las familias desplazadas buscan refugio donde pueden, en escuelas y edificios abandonados, al costado de las rutas, en puestos fronterizos mientras esperan para cruzar a un territorio más seguro”, detalló el alto funcionario.
La coordinadora humanitaria de la ONU en Iraq, Lise Grande, señaló que a pesar de los esfuerzos de las agencias dedicadas al tema, más del 50% de esos operativos podrían cancelarse de no contar con financiación.
La oficina de OCHA en Iraq alertó que las necesidades en ese país son enormes y siguen aumentando, al punto que 8 millones de personas requieren socorro inmediato. Sin embargo, advierte que esa cifra podría escalar a 10 millones para fines de 2015.
De hecho, la violencia ha forzado a tres millones de iraquíes a abandonar sus hogares y a desplazarse en al menos 3.000 sitios diferentes a lo largo del país.
Además, existen constantes violaciones de los derechos humanos y el estado de derecho, al tiempo que las tensiones sectarias se agudizan.