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Cuando pensamos en un hábito, bueno o malo, es común que vengan a nuestra mente ejercicios físicos, buenas costumbres alimenticias, estar en forma, caminar a diario, ingerir verduras, levantarnos temprano, dormir ocho horas, incluso desmaquillarnos todos los días, pero casi nunca escuchamos hablar de otro tipo de rutinas, como los que incluyen al cerebro.
Sí, el cerebro es uno de los órganos vitales del cuerpo humano, su importancia es incalculable, sus límites son aún un misterio de la naturaleza. Sabemos que controla el lenguaje, las ideas, los movimientos, las emociones, la vida y prácticamente cada instante de un ser vivo, pero es común que lo descuidemos, pues no es tan conocido qué le hace mal o bien a dicho órgano, así lo señala el portal “es.gizmodo.com”.
Esta es una recopilación del portal “unobrain.com” en el cual podemos ver cuáles son los hábitos que es necesario interrumpir para evitar dañar a nuestro cerebro, responsable de todo lo que sientes, piensas, dices, te mueves y haces.
1. No desayunar. Los niveles de azúcar durante el día son más bajos si no desayunas. Los azúcares son alimento para el cerebro así que este mal hábito podría traducirse en una cantidad pobre de nutrientes para el mismo, lo que a la larga causa degeneración.
2. Sobre-reaccionar. Implica que tus sentimientos y emociones juegan un papel exagerado en tus asuntos. Tomarte la vida con tanta dureza hará que tus arterias se hagan más gruesas y la disminución mental te hará su presa.
3. Fumar. El tabaco es uno de los peores enemigos del cerebro. Fumar provoca la pérdida de volumen cerebral, lo que guarda una estrecha relación con el alzheimer.
4. Mucha azúcar. El azúcar también debe tener su medida, un consumo en exceso puede provocar que se interrumpa la correcta absorción de las proteínas y los nutrientes, lo que interfiere en el desarrollo del cerebro.
5. Dormir poco. El descanso permite a nuestro cerebro alargar la vida de las células de este órgano.
6. Dormir con la cabeza tapada. Cuando cubres tu cabeza al dormir aumenta la concentración de dióxido de carbono y disminuye la de oxigeno lo que tiene efectos perjudiciales.
7. Hacer trabajar en exceso al cerebro durante una enfermedad. Trabajar duro o estudiar mientras estás enfermo reduce la efectividad del cerebro en la tarea y podría llegar a dañarlo.
8. Conversar poco. Las conversaciones en las cuales tienes una enseñanza o desarrollas tu lenguaje aumenta la eficiencia del cerebro.
9. Carencia de pensamientos estimulantes. Piensa y piensa y piensa, esta es la mejor forma de tener a tu cerebro haciendo ejercicio. La carencia de pensamientos constructivos podría incluso reducir su volumen.
10. Contaminación. Si bien éste no es un hábito, la contaminación suele provocar disminución en el rendimiento del cerebro. El órgano que mayor cantidad de oxígeno consume es el cerebro por lo cual es importante que el aire que respires sea lo más limpio y puro que se pueda. El exceso de contaminación.
