Columna Política «REPERCUSIONES», Por Samuel Maldonado B.- Los enanos del tapanco se acercaron a su final sin sorpresa alguna. Desde su nacimiento se sabía que no tendrían ninguna posibilidad de triunfo, pero entraron a la contienda para hacer ruido, para hacerse notar; para poder venderse mejor a los tres que aparentemente eran ciertos pero que ni ese pobre objetivo lograron, pues esos candidatos enanos permanecerán en la opinión pública como una muestra de lo que son, del papel que juegan en la parodia política que vivimos, o más bien, que sufrimos todos los mexicanos. Al término de la contienda quedaron sembrados en el camino en una tierra estéril, tal vez para ejemplo de las nuevas generaciones, de lo que no se debe hacer simplemente por dignidad propia.
De los tres verdaderos candidatos, enmarañados en una guerra de papel que no mata pero que si duele y desprestigia, va saliendo adelante el que menos errores ha cometido y o quien, casi al final de esta tragicomedia, cambió de estrategia y dejó que la “otra y el otro” se siguieran llenando de lodo, acusándose mutuamente.
La hermana del hijo desobediente, hay que reconocerle, ha tenido una actitud bravía y nunca se amilanó ante el ataque del “besucón” amante de volar en helicópteros, de tal manera que sus virulentos ataques dieron dónde duele y se resiente por lo que indiscutiblemente se le reconoce que fue una digna contendiente, pero cuyo antecedente de ser la hermana del “presiso” cuando éste lo era, ni con su poderosa ayuda pudo lograr llegar a la gubernatura de Michoacán.
La decepcionante guerra de papel, que afortunadamente ya termina el día de mañana, ha dejado al descubierto quién es quien. Sin lugar a dudas, destapó coladeras y ensucio paradigmas. En estas contiendas a muerte, ¡no, no ganaron los poderes fácticos! como alguien afirmara. Al contrario, seguramente perderán los retrógrados, los medrosos, los falsos, los farsantes o simuladores.
En esta contienda de vituperios, la actitud asumida por los enanos del tapanco generaron más perjuicios que ayuda para aquellos a quienes pretendieron ayudar. Comento el cómo varios militantes de diferentes partidos, cambiaron de ruta y aterrizaron en campos cruzados otrora enemigos y una actitud que es ejemplo preciso de lo que no se debe hacer si es que haya ética, menciono al “excelso” diputado local que giró de partido y habiendo sido principal directivo del PRD fue a caer al abismo y desprestigiado ya, se incorporó a las filas de la aguerrida panista (con mis respetos) para sumar cero en la campaña de la misma.
La estela de papeles regada en estos meses anteriores por todo el territorio michoacano, indudablemente que impactará más para mal que para bien. Tanto recurso económico gastado se fue –mucho- a las manos de los empresarios de la publicidad; poco, muy poco y repartido en tortas y tacos para los que asistieron a las campañas y a los mítines.
En el país entero los dispendios económicos fueron “excelsos” como si en el país no hubiera miseria alguna; fueron muchos…, varios miles de millones de pesos que no se repartieron prioritariamente para los más desprotegidos sino para los que más pueden servir a los intereses de un gobierno alejado de su pueblo y cada día, más lejos aun de los principios constitucionales.
En fin, vivimos los tiempos modernos en donde los grandes empresarios están inmersos en una profunda prostitución económica; en donde la mayoría de los políticos estamos desprestigiados provocando en la sociedad en lo general una frustración que los aleja de participación política y que en consecuencia nos lleva al hacer y dejar pasar (laissez faire, laissez passer (Vincent de Gournay). La guerra de papel ha llegado a su fin; ahora, para el candidato ganador de la contienda viene un reto: conquistar a los Michoacanos (con M) con inteligencia y sacar a Michoacán del espasmo que vive. ¡Cierto, nada fácil!