21 de mayo, 2015 — El Fondo para la Infancia de Naciones Unidas (UNICEF) envió ayuda urgente a la frontera noroccidental de Tanzania con Burundi para tratar de contener un brote de cólera entre los más de 50.000 refugiados burundeses acampados a las orillas del lago Tanganica. Hasta el momento ya han muerto 27 personas.
Desde abril, más de 110.000 burundeses han huido a países vecinos en busca de refugio a medida que se recrudecen los enfrentamientos de cara a las elecciones en las que el presidente Pierre Nkurunziza buscará un tercer mandato pese a las protestas de la oposición.
La directora regional de UNICEF en África del Sur y del Este, Leila Gharagozloo-Pakkala, señaló en un comunicado este jueves que la mitad de la población desplazada son niños, y alertó que estos son especialmente vulnerables.
UNICEF distribuyó en Tanzania tratamientos contra el cólera, agua y suministros nutritivos y de salud y está trabajando con socios en ambos lados de la frontera para impulsar la respuesta de emergencia.
El poblado de Kagunga, en una parte de difícil acceso de Tanzania, ha recibido el mayor número de refugiados, con aproximadamente 50.000 personas.
El hacinamiento y las malas condiciones de saneamiento han provocado un salto en los casos confirmados o potenciales de cólera y diarrea acuosa aguda entre los refugiados. UNICEF alertó que sin un centro de tratamiento de la enfermedad en Kagunga, es probable que las tasas de mortalidad se disparen.
En Burundi, 15 posibles casos de la enfermedad han sido trasladados al hospital de Nyanza Lac. El Ministerio de Salud del país y socios han reabierto el centro de tratamiento del cólera en el área, con ayuda de UNICEF.