Jerusalén, Israel, 04 de junio de 2012.- Israel se ha convertido en el país con una política antimigrante más radical no sólo de la región sino del mundo. Las autoridades migratorias pueden detener a los migrantes ilegales y encarcelarlos hasta tres años. Los migrantes ilegales en Israel son en su mayoría sudaneses y eritreos que ingresan por el Sinaí egipcio.
El ministro israelí de Interior, Elie Yishaï, decidió aplicar una ley votada por el Parlamento a comienzos de 2012 que extiende a tres años el periodo de encarcelación de inmigrantes.
Luego de cruzar la frontera israelo-egipcia, que pasa en medio del desierto, los clandestinos son detenidos por las autoridades israelíes la mayoría de las veces. Hasta ahora se los detenía por diez días y luego eran liberados. La mayoría de los migrantes buscaba entonces un trabajo, principalmente en Tel Aviv.
Según el ministerio de Interior, 62 mil inmigrantes clandestinos se «infiltraron» desde 2006 en Israel provenientes sobre todo desde Sudán, Sudán del Sur y Eritrea.
Sólo en mayo 2 mil 31 africanos ilegales ingresaron al país, indicó Sabine Haddad.