Columna Política «SOBREMESA», Por Antonio Soto.- La ciudadanía está harta de tanta corrupción en la función pública. Hay un gran enojo, molestia y una gran desconfianza de la gente con quienes ocupan puestos y cargos en el gobierno, debido por un lado a la falta de resultados, así como a la ineficiencia y a la opacidad con la que estos funcionarios han manejado los recursos públicos; y por supuesto que la población no deja de tener toda la razón al desconfiar de los malos gobernantes que hemos tenido históricamente, ya que han sido muchos los casos escandalosos y descarados de actos de corrupción que ha habido en nuestro país por muchas décadas.
La ciudadanía tiene todo el derecho de exigirle a los partidos políticos que seleccionen candidatos y candidatas honestos y con probada honorabilidad. La población no quiere que lleguen ya a los puestos del gobierno ni a los de las cámaras legislativas individuos que sobre ellos recaiga alguna sospecha de corrupción, de ilegalidad o que tengan una mala reputación o mala fama publica. La ética, la honestidad y el respeto a la legalidad son elementos esenciales y atributos fundamentales que debe poseer todo servidor público.
Vemos como los ciudadanos no solo rechazan a los funcionarios públicos ineficientes y corruptos, exigen y estarían totalmente de acuerdo con que todos estos estuvieran en la carcel. Por eso en este proceso electoral que ya ha iniciado, las fuerzas políticas deben evitar otorgar protección política a quienes han sido señalados de actos deshonestos o ilegales, mucho menos deben proponer a este tipo de personas como sus cándidatos, de lo contrario los electores se los habrán de cobrar muy caro.
Es muy alto el abstencionismo en el País, a consecuencia sin duda de lo mal que se está conduciendo la economía, por la grave inseguridad que agobia a la población, y por si esto no fuera suficiente, por la infinidad de actos de corrupción en todos los niveles de gobierno, actos repugnantes que han llegado hasta el círculo más cercano del propio Presidente de la República. Todo esto tiene a muchos ciudadanos muy indignados, los cuales no quieren saber nada de los partidos políticos, ni tampoco de los candidatos, por eso el desinterés de gran parte de la ciudadanía en la política. Ese desinterés que muestran las encuestas de opinión pública, deberían entenderlo los dirigentes de las fuerzas políticas y también nuestros gobernantes para cambiar de actitud y de esas practicas deleznables.
@tonosotosanchez