07 de enero, 2015 — Los ataques contra escuelas han acabado con la vida de al menos 160 niños en 2014 y han herido a otros 343, según cifras de UNICEF.
A medida que la guerra está por cumplir cinco años, el portavoz del Fondo de la ONU para la Infancia, Christophe Boulierac, dijo hoy en una conferencia de prensa en Ginebra que es probable que estas cifras estén “sin duda subestimadas” debido a la dificultad para conseguir datos fiables.
En los ataques también han muerto maestros pero no hay información sobre el número de víctimas.
En tres provincias –Aleppo, Deir-ez-Zour y Raqqa— las escuelas están cerradas, por lo que al menos 670.000 estudiantes de escuela primaria y secundaria ya no van al colegio, añadió Boulierac.
UNICEF que los rebeldes del Estado Islámico son responsables de los cierres de escuelas en zonas rurales de Deir-ez-Zour y Aleppo.
Boulierac señaló que algunos de estos cierres se produjeron después de que el califato autoproclamado emitiera un decreto en diciembre.
“Circularon algunos informes según los que el Estado Islámico quería cambiar el plan de estudio de las escuelas… y esa es una de las razones, aunque por supuesto que hubo otras escuelas que tuvieron que cerrar por razones de inseguridad por los ataques”, dijo.
UNICEF calcula que en toda Siria hay hasta 1,6 millones de niños no asisten a la escuela o no van con regularidad.
Durante la conferencia de prensa, el organismo de la ONU recordó que todos los niños tienen derecho a la educación y que no deberían tener que temer por su vida para ir a la escuela.