Artículo de Fondo, Por Ignacio Martínez.- En 2011 parecía un equipo muy compacto, de la mano y al lado del Fausto Vallejo muchos políticos, hombres y mujeres que hicieron por años campaña con él llegaban al gobierno con la ilusión y la esperanza de continuar en el poder en el 2015.
No había una sola decisión que no se consultara con el cuatro veces alcalde de Morelia, la simpatía que despedía Fausto ante la ciudadanía sobre todo en la capital michoacana era avasalladora, su equipo de jóvenes mostraba en todos los rincones el orgullo por el político moreliano y ser parte del equipo de Fausto.
Hoy a varios años y con diversos acontecimientos en torno a Vallejo las cosas han cambiado, no es la imagen de unión de aquellos días, para muchos perdió la calidad moral y el liderazgo ante el grupo que formó por años.
Muchas voces se levantan entre los compañeros de equipo de las deslealtades de uno o de otra del ya legendario equipo.
Levantan la voz muchos priístas y dicen que Marco Polo Aguirre ahora el joven presidente del PRI y años atrás que cargaba portafolios y era cercano a Fausto ahora opera por los intereses del Comisionado e intenta imponer candidatos a diputados federales.
Pero que esperan ahora es el poderoso Presidente del PRI «haiga sido como haiga sido».
Paco Lara, el ex secretario de los jóvenes, ex cercano a Tinoco Rubí , ex cercano al equipo de Fausto Vallejo, busca con pasión y con la cercanía del Comisionado Castillo el distrito XVII, ese distrito que ahora representa Daniela de los Santos.
Todo pareciera que muchos de los cuadros que formó Fausto Vallejo ahora le dan la espalda, velan por sus propios intereses y hacen oídos sordos a diversas expresiones del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Desde el interior del PRI pesa la fuerza y decisión política del mismísimo Alfredo Castillo Cervantes, dicen incluso que se cocina la imposición de la gente ahora del ex procurador federal del consumidor a los puestos del elección popular, provocando cierta molestia y desconfianza de que el partido llegue quebrado y con pocos ánimos electorales a los comicios del siete de junio de 2015.
Hay coraje e impotencia contra aquellos que abandonaron el barco que capitaneaba Fausto Vallejo y ahora se montan en el que navega con Alfredo Castillo.
¿Traición? ¿Deslealtad?
En realidad la traición y deslealtad son ingredientes necesarios para hacer un político en general(con sus gloriosas excepciones) y no debería sorprender a esos priístas que ahora se quejan de deslealtades a Fausto, cuando su propio jefe cuantas veces no los hizo a un lado pensando solo en sus intereses políticos, personales, de familia y que incluso fue hecho a un lado del gobierno de Michoacán y ahora investigan a uno de sus hijos por nexos con el crimen organizado.
¡Pues que esperaban! ¿Que siguieran la figura de Fausto por los siglos de los siglos?
Deberán de recordar también esos priístas resentidos, que la genética partidista donde la unidad en torno al priísta número uno de México los deberá sacar a flote y colocar en la ante-sala del triunfo en el 2015.
Todo el poder del estado los apoyará que ni duda les quede, de ahí la desesperación de ser candidatos porque saben que una vez conseguida la candidatura es más fácil llegar al poder con la maquinaria del PRI y del estado a su favor.
Así que la deslealtad y la traición es parte también de la genética partidista de un político, aunque afortunadamente no todos son iguales hay que reconocerlo.
No había una sola decisión que no se consultara con el cuatro veces alcalde de Morelia, la simpatía que despedía Fausto ante la ciudadanía sobre todo en la capital michoacana era avasalladora, su equipo de jóvenes mostraba en todos los rincones el orgullo por el político moreliano y ser parte del equipo de Fausto.
Hoy a varios años y con diversos acontecimientos en torno a Vallejo las cosas han cambiado, no es la imagen de unión de aquellos días, para muchos perdió la calidad moral y el liderazgo ante el grupo que formó por años.
Muchas voces se levantan entre los compañeros de equipo de las deslealtades de uno o de otra del ya legendario equipo.
Levantan la voz muchos priístas y dicen que Marco Polo Aguirre ahora el joven presidente del PRI y años atrás que cargaba portafolios y era cercano a Fausto ahora opera por los intereses del Comisionado e intenta imponer candidatos a diputados federales.
Pero que esperan ahora es el poderoso Presidente del PRI «haiga sido como haiga sido».
Paco Lara, el ex secretario de los jóvenes, ex cercano a Tinoco Rubí , ex cercano al equipo de Fausto Vallejo, busca con pasión y con la cercanía del Comisionado Castillo el distrito XVII, ese distrito que ahora representa Daniela de los Santos.
Todo pareciera que muchos de los cuadros que formó Fausto Vallejo ahora le dan la espalda, velan por sus propios intereses y hacen oídos sordos a diversas expresiones del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Desde el interior del PRI pesa la fuerza y decisión política del mismísimo Alfredo Castillo Cervantes, dicen incluso que se cocina la imposición de la gente ahora del ex procurador federal del consumidor a los puestos del elección popular, provocando cierta molestia y desconfianza de que el partido llegue quebrado y con pocos ánimos electorales a los comicios del siete de junio de 2015.
Hay coraje e impotencia contra aquellos que abandonaron el barco que capitaneaba Fausto Vallejo y ahora se montan en el que navega con Alfredo Castillo.
¿Traición? ¿Deslealtad?
En realidad la traición y deslealtad son ingredientes necesarios para hacer un político en general(con sus gloriosas excepciones) y no debería sorprender a esos priístas que ahora se quejan de deslealtades a Fausto, cuando su propio jefe cuantas veces no los hizo a un lado pensando solo en sus intereses políticos, personales, de familia y que incluso fue hecho a un lado del gobierno de Michoacán y ahora investigan a uno de sus hijos por nexos con el crimen organizado.
¡Pues que esperaban! ¿Que siguieran la figura de Fausto por los siglos de los siglos?
Deberán de recordar también esos priístas resentidos, que la genética partidista donde la unidad en torno al priísta número uno de México los deberá sacar a flote y colocar en la ante-sala del triunfo en el 2015.
Todo el poder del estado los apoyará que ni duda les quede, de ahí la desesperación de ser candidatos porque saben que una vez conseguida la candidatura es más fácil llegar al poder con la maquinaria del PRI y del estado a su favor.
Así que la deslealtad y la traición es parte también de la genética partidista de un político, aunque afortunadamente no todos son iguales hay que reconocerlo.