Guerrero, nuevamente es foco de atención por asesinatos, esta vez en la región de la Tierra Caliente.
El padre Gregorio López Gorostieta fue asesinado, después de que sujetos armados lo “levantaron” la noche del domingo 21 de diciembre en el seminario de Ciudad Altamirano.
Su cuerpo fue encontrado, con un impacto de bala en la cabeza, en pleno día de Navidad, en el municipio de Tlapehuala.
Comunicado de la Conferencia del Episcopado Mexicano por la Muerte del P. Gregorio López Gorostieta
México, D.F. a 25 de diciembre de 2014.- Los obispos de México nos unimos a la pena que embarga a S.E. Mons. Maximino Martínez Miranda, a la Diócesis de Ciudad Altamirano, al Seminario Mayor “La Anunciación” y a la familia López Gorostieta por el sensible fallecimiento del P. Gregorio López Gorostieta, quien perdiera la vida de forma injusta y violenta.
Confiados en la vida nueva y eterna que Dios nos ofrece en Jesús, nacido en Belén para salvarnos, pedimos al Señor que conceda al P. Gregorio el eterno descanso y fortalezca con la esperanza cristiana a sus familiares, a los seminaristas, a los formadores, a S.E. Mons. Maximino y a toda la Iglesia que peregrina en Ciudad Altamirano.
Haciéndonos eco del sentir de muchos mexicanos, repetimos: ¡Basta ya! No queremos más sangre. No queremos más muertes. No queremos más desparecidos. Exigimos a las autoridades el esclarecimiento de éste y de los demás crímenes que han provocado dolor en tantos hogares de nuestra patria, y que se castigue conforme a derecho a los culpables.
Invocando la intercesión de Santa María de Guadalupe, renovamos nuestra invitación a unirnos para pedir a Dios por la conversión de todos los mexicanos, especialmente de quienes olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte, y para que todos nos comprometamos a ser agentes en la construcción de un México justo, reconciliado y en paz.
Por los obispos de México.