24 de noviembre, 2014 — La Misión de la Asistencia de la ONU en Afganistán condenó en los términos más enérgicos el ataque suicida cometido este domingo en la localidad de Yahyakhail, en la provincia de Paktika, al sureste del país, que dejó al menos 50 muertos y más de 60 heridos, todos civiles.
El atentado tuvo lugar durante un partido de voleibol cuando un individuo detonó la carga explosiva que llevaba a cuestas. Entre las víctimas se contaron numerosos niños.
El representante especial de Naciones Unidas para Afganistán y jefe de la UNAMA, Nicholas Haysom, calificó la agresión como una atrocidad y afirmó que demuestra un desprecio completo por la vida de la población.
La Misión enfatizó que el uso indiscriminado de explosivos en áreas atestadas de civiles supone una violación grave de las leyes humanitarias internacionales y podría constituir un crimen de guerra.
Agregó que todas las partes del conflicto armado afgano, incluidos los grupos antigubernamentales, tienen la obligación de evitar los daños a la población civil.
Los muertos en este ataque se suman a la cifra de víctimas civiles de este año, la más alta desde 2009 según datos de UNAMA.