Columna Política «SOBREMESA», por Antonio Soto.- Fue publicada este lunes una encuesta de Mendoza Blanco y Asociados en dos diarios de circulación estatal en la cual se revela que el PRD lidera en la intención del voto y que el Dip. Silvano Aureoles Conejo tiene ventaja en las preferencias para la gubernatura de Michoacán, cargo que se renovará dentro de ocho meses, el mismo día en que se elegirán a los diputados federales. Varios actores políticos tanto del PRI como del PAN se han empezado a poner muy nerviosos debido a los resultados de este sondeo, pero también se les ve preocupados por otras razones, por ejemplo, en el PRI crece rápidamente el rumor de que les impondrán un candidato a gobernador desde el centro, incluso se asegura que ya se barajan dos o tres nombres de algunos personajes michoacanos en Los Pinos, lugar en donde sin duda se decidirá al abanderado de ese partido.
Hay priistas que han venido construyendo desde hace varios años su aspiración para llegar a la gubernatura, estos seguramente no comparten ni estarán muy de acuerdo en que se les imponga un candidato sin el arraigo ni el trabajo suficiente entre la militancia de ese partido, sin embargo, la férrea disciplina impuesta históricamente en esa organización política, hará que varios de ellos se sujeten sin protesta alguna a la decisión presidencial, aunque cabría la posibilidad de que algunos liderazgos que estén limpios y alejados de cualquier sospecha criminal, actúen con valentía y dignidad y prefieran antes que la sumisión, mejor abandonar las filas de esa fuerza política y probablemente buscar otras opciones partidistas.
Por otro lado en la cúpula panista ha crecido la preocupación, sobre todo después de que empresarios y hasta representantes de la jerarquía católica mostraron en un evento el lunes pasado su total apoyo y respaldo a la permanencia en Michoacán del Comisionado Federal, en primer lugar porque es este partido el que ha planteado más insistentemente la salida de la entidad del representante federal, lo cual no parece que ocurrirá tan fácilmente, en segundo lugar porque estos han considerado siempre al sector empresarial como su aliado natural en sus luchas electorales, pero además porque el evento en mención muestra una agravante en su contra, es decir, muestra a un empresariado dispuesto mayormente a aliarse con quienes ostentan actualmente el poder en Michoacán y no con ellos.
Podríamos concluir que ambos partidos comparten la preocupación de que sea uno de estos empresarios el candidato por el que se incline finalmente el gobierno federal, al PAN le afecta porque les resta fuerza al quitarles a un sector aliado y al PRI le afecta porque al imponerles a alguien ajeno a su membresía partidista podría provocar en sus filas inconformidad y consecuentemente una desbandada, lo cual no es nuevo en este partido en Michoacán porque ya le ha ocurrido al menos en las dos ocasiones que perdió la gubernatura.
Estas drásticas medidas que está tomando el gobierno federal, reflejan que este tiene pleno conocimiento del gran rechazo ciudadano de que está siendo objeto la clase política priista local, debido a tantos escándalos en los que se les ha visto involucrados, a la evidente falta de resultados en su regreso al poder, a la ineficacia del gobierno del estado para solucionar los graves problemas que padece la ciudadanía y por supuesto, a la falta de liderazgo entre sus aspirantes a la candidatura, es decir, el gobierno federal está buscando fuera de su partido lo que cree pudiera ser la tabla de salvación de un PRI que todo mundo da por derrotado en la próxima elección. El problema en este caso, como lo dije anteriormente, es que ante una imposición de esa naturaleza, habrá quienes la acaten y se subordinen al hecho, pero también habrá quienes manden al diablo a sus propios dirigentes y a quien impongan como candidato. La verdad de las cosas es que todo esto ha puesto muy nerviosos tanto a los aspirantes como a los dirigentes de estos dos partidos políticos.
@tonosotosanchez.