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Artículo de Fondo, por Julieta López Bautista.- Michoacán ha padecido en los últimos tres años, desde el arribo del PRI, la peor crisis de su historia reciente, en donde se presentó una combinación de crisis económica, violencia, inseguridad, falta de empleos, asaltos, pobreza, marginación, exclusión, ingobernabilidad y ausencia de autoridad.
Michoacán es prueba de que el filósofo inglés Thomas Hobbes tenía razón: sin un Estado que administre la violencia (y sea el único en hacerlo) a través de un contrato social, el hombre regresará a su “estado natural” o condición precivilizada y se desatará un “todos contra todos”.
La razón es muy sencilla, si no existe una “autoridad soberana”, íntegra e inquebrantable que proteja a unos de otros, alguien se intentará pasar de listo sometiendo a los demás. En su miedo a morir, los sometidos intentarán autoprotegerse y se producirá la guerra. Ha pasado mil veces en la historia humana.
Ello implicó que los ciudadanos no solo reprobaran el desempeño de los últimos tres gobernadores del PRI (incluido Salvador Jara), y que en los hechos exijan la salida del PRI del gobierno del estado.
Con el PRI se terminó el estado de bienestar social, la efectividad de los problemas sociales, la calidad de la educación, la paz, el desarrollo, el arribo de la inversión privada en especial del extranjero y que Michoacán dejara de ser una potencia turística y un referente cultural.
Por ello, con base a los resultados de la última encuesta levantada por Mendoza Blanco y Asociados, no es de extrañar que los michoacanos deseen el retorno de las administraciones del PRD, toda vez que el programa de gobierno es de alto contenido social, de apoyo a las actividades económicas, fomento al turismo y expresión cultural.
La encuesta es clara: los michoacanos ven en el PRD la respuesta a sus necesidades y la solución a sus problemas, y en especial ven en Silvano Aureoles el perfil idóneo para sacar al estado de la crisis que padece, por su experiencia política, capacidad de interlocución y porque prioriza con su trabajo desde la Cámara de Diputados el interés por Michoacán más de allá de colores.
Faltan ocho meses para las elecciones de junio del 2015, y en ese tiempo crecerá la exigencia de los ciudadanos por cambios de fondo en el estado, y también en todo ese tiempo subirá el desencanto social hacia el PRI y el gobierno, y por ende un cambio de partido en el poder. Ahí estará el PRD.
