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Morelia, Mich. 06 de julio de 2014.- A poco más de un centenario de su natalicio, el promotor cultural y especialmente literario de origen nicolaita, Juan Hernández Luna, recibió de manera póstuma el primer libro en el que se concentran las opiniones de intelectuales michoacanos y nacionales sobre su legado público, como su esfuerzo por lograr la instauración de los Libros de Texto Gratuitos y la recopilación de escritores de su estado natal. El libro fue presentado por el Centro de Estudios sobre la Cultura Nicolaita y Archivo Histórico.
La presentación oficial del documento Juan Hernández Luna, un hombre de libros. Homenaje en el centenario de su nacimiento 1913-2013, estuvo encabezada por el rector de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, José Gerardo Tinoco Ruiz, junto la coordinadora del libro colectivo, María de la Paz Hernández Aragón; el ex rector de la misma universidad, Fernando Juárez Aranda; José Fernando Tavera Montiel, como persona cercana al homenajeado; y Sergio García Ávila, como presentador de los invitados, además de representantes del Gobierno del Estado y del Ayuntamiento de Morelia, y nicolaitas destacados distribuidos entre el público.
Mientras los comentaristas invitados destacaron las virtudes intelectuales y humanas de Juan Hernández Luna que derivaron en su cercanía a pensadores mexicanos de alta talla en la primera mitad del siglo XX, el libro indica que el promotor oriundo de Morelia vivía también dudas propias de su tiempo, como lo relata en su texto Napoleón Guzmán Ávila al mostrar a un joven Hernández Luna como escribiente de un juzgado penal: “El diario contacto con delincuentes me hizo a preciar que entre la enseñanza de la Facultad (de Derecho) y la actividad del juzgado no existía diferencia alguna. Ni allá ni aquí aparecía la imagen de la justicia que años atrás había aprendido. En mis lecturas sólo existía una realidad que imperaba sobre este mundo del Derecho: la política”, por lo que el joven se inclinó hacia el comunismo, según el investigador.
Entre los textos dedicados a quien coincidiera en el razonamiento filosófico y en el espacio con María Zambrano, José Medina Echeverría y José Gaos, entre otros; y quien recibiera la Presea Morelos, entregada por el Ayuntamiento de Morelia, está el del antropólogo monumental Miguel León-Portilla, quien habla sobre la participación de Hernández Luna en un momento decisivo para su vida académica, la investigación sobre la filosofía náhuatl:
León-Portilla, narra, iniciaba con su tesis doctoral bajo la dirección de Ángel María Garibay, focalizada en el pensamiento náhuatl pero rodeado de comentarios desalentadores pues se dudaba entonces de que el sector indígena prehispánico tuviera siquiera una filosofía.
“Mis primeros contactos con el maestro Hernández Luna mucho me ayudaron a no perder la confianza y a continuar con lo que había iniciado. Lo había ido a ver en su calidad de Secretario de la Facultad (de Filosofía de la UNAM) y, después de una cordial y comprensiva charla, me manifestó que consideraba el tema de grande interés y que, guiado por el doctor Garibay, de seguro lo llevaría buen término”.
El libro presentado este viernes en el Centro Cultural Universitario, en la ciudad de Morelia, es en sí una recopilación de vivencias personales entre sus autores y el homenajeado, en que se intenta dibujar la aportación del último al ensanchamiento de la rutina intelectual mexicana surgida desde la UMSNH.
