Calderón, que siempre no

Las visitas de Felipe Calderon a su tierra son como las llamadas a misa…negra. Bajo el pretexto de entregar obras o inauguras carreteras el presidente encona el ambiente político y deja un amargo sabor de boca. Pareciera que el jefe del ejecutivo apuesta a la desmemoria y al olvido; al ejercicio partidista cuando debería comportarse como Jefe de Estado.

Se supone que este jueves el inquilino de los pinos, con altas y bajas, estaría por tercera ocasión, en poco menos de un mes por tierras michoacanas. Y hablamos en pasadoporque finalmente la gira se canceló, por lo que podemos estar momentáneamente tranquilos. Pero valga el anuncio y la cancelación para un par de reflexiones sobre el tema. Lo que vendría a inaugurar, se informó, sería el parque Bicentenario, una obra que inicio Fausto Vallejo Figueroa, hoy gobernador, con todos los momios ecologistas en contra. Diputados de la anterior legislatura argumentaron con pruebas técnicas a la mano, que este feo y elefantíasico parque acabaría con uno de los pocos humedales del municipio. El entonces presidente municipal, quien hoy nos gobierna, hizo oídos sordos de esta denuncia. Las últimas giras de Calderón Hinojosa le han servido de pretexto para mentir, para enconar el clima político que se vive en Michoacán. En su ultima gira mintió descaradamente sobre el subejercicio de recursos federales que le corresponden a Michoacán, en una ejecutoria más de esa obsesión suya por destruir, así sea en el ánimo de la opinión pública la importante herencia de los gobiernos de izquierda en Michoacán.

No se comporta como un jefe de estado sino como un jefe de partido, insistimos. Habríaque preguntarle al primer mandatario por los culpables reales del atentado terrorista de septiembre del 2008; si todavía considera que el estado actuó legalmente, pese a las evidencias en contrario, en relación con el tristemente celebre michoacanazo, y qué nos puede decir del estrangulamiento financiero, ilegal y destructivo para la economía del Estado, con el que cerro su ola de agresiones hacia un gobierno de izquierda.

No viene Calderón a Michoacán, pero la posibilidad, el anuncio, abre amplios recovecos para la preocupación. Hay varios motivos para ello:

A.- Las encuestas reales, no las que manda diseñar la Presidencia de la República, hablan de un declive de la candidata panista, en las preferencias electorales.

B.- En el cuarto de guerra del PAN cuyo jefe real no es Gustavo Madero sino Calderón Hinojosa, se ve con preocupación en ascenso de Andrés Manuel López Obrador.

C.- El más pedestre de los anhelos del presidente es ser un bien amado en su tierra. Si usted le pregunta a cualquier ciudadano de pie si, como lo prometio Calderón Hinojosa al inicio de su mandato, a Michoacán le fue muy bien, seguramente se le reirán en la cara.

De ahí la urgencia de inaugurar así sea un humilde distribuidor vial.

Como sea habrá que estar atentos de futuros de las posibles visitas de Calderón a Michoacán, en lo que resta de su gobierno. Más para mal que para bien, el Presidente siempre da nota negativa.