Columna Política «SOBREMESA, por Antonio Soto.- Es recurrente lo que se dice y escribe sobre los supuestos culpables del avance que tuvo el crimen organizado en Michoacán en los últimos años. El Gobernador Fausto Vallejo en una declaración reciente responsabilizó a Cárdenas Batel, a Godoy Rangel y a Calderón Hinojosa de que «las omisiones, abandono y desencuentros políticos (particularmente entre Calderón y Godoy) provocaron que ignoraran y desatendieron problemas de tráfico de armas, minerales y delincuencia organizada». Reiteró Vallejo que Godoy «alegando siempre la defensa de la soberanía estatal» evitó una coordinación eficaz entre los dos niveles de gobierno. Revisemos que tan cierto o falso puede ser el contenido de estas declaraciones, ¿En verdad el problema de la delincuencia de hoy en día, es el resultado de un asunto estrictamente partidista, que convierte a los ex gobernadores y al ex Presidente señalados por el actual ejecutivo del estado, como los culpables de tan grave situación?, yo francamente no creo que sea exactamente así, -sin exonerar de ninguna manera la responsabilidad que pudiesen haber tenido estos-, porque de ser cierto y válido ese argumento, entonces, tendría que reconocer el actual gobierno incriminador, que el PRI tiene también gran parte de esa culpa y de responsabilidad, al ser precisamente ese partido, el que ha tenido por muchas décadas bajo su control, prácticamente la mayoría de los gobiernos municipales de Michoacán, en cuyos territorios se engendró, se desarrolló y proliferó todo tipo de delitos que degeneraron a la postre en todos aquellos graves ilícitos que hoy conocemos como delincuencia organizada; los ayuntamientos de todos esos lugares nada hicieron para evitarlo, ni siquiera para el conocimiento de los otros dos niveles de gobierno.
El argumento recurrente de que siempre fueron los gobiernos anteriores los responsables,-por comisión o por omisión-, de la actual contaminación delincuencial, que provocó la terrible situación de inseguridad en la que vive la población, es un argumento no del todo objetivo, porqué de ser acertado dicho razonamiento, perfectamente bien podría aplicarse en todos aquellos estados de la República que en la actualidad se encuentran inmersos en una terrible ola de violencia y cuyos territorios también están bajo el dominio del crimen organizado, entre los que sobresalen varios casos, como por ejemplo, el del Estado de México, entidad que ocupa actualmente el primer lugar en secuestros, un delito de alto impacto entre la sociedad, y donde recientemente fue gobernador el mismísimo Peña Nieto, Presidente de la República; está también el Estado de Tamaulipas, que ocupa el primer lugar en homicidios dolosos vinculados al crimen organizado y donde siempre ha gobernado el PRI, que decir de los estados de Veracruz, Tabasco y Morelos, el primero gobernado también por el PRI desde siempre, y ahora con altísimos índices de criminalidad, el segundo gobernado igualmente siempre por el tricolor, ahora en manos del PRD, el cual también tiene un alto número de actos delictivos y el último gobernado recientemente por el PAN, ahora bajo el mando de un perredista, donde la inseguridad, el secuestro y otros graves delitos están a la orden del día, me pregunto:¿Quiénes son en todos esos estados los responsables?,¿son los gobernadores anteriores o los actuales?, ¿son las autoridades municipales, las autoridades estatales o es el gobierno federal o son todos juntos?
Según un informe de La Procuraduría General de la República elaborado en 2013, se asegura que en el territorio mexicano operan más de 80 organizaciones criminales, sobresaliendo ocho de ellas por su tamaño, peligrosidad y capacidad de violencia. ¿Cómo fue que nacieron estas organizaciones delictivas y como es que han operado en prácticamente toda la geografía nacional todos estos años, sin que el gobierno de todos los niveles y de todos los partidos no se hayan dado cuenta? Francamente hay una omisión sumamente grave que no excluye a ninguno de culpa, como también ha habido un involucramiento de muchas autoridades, lo que es más grave aún, por eso creo que todos tienen una responsabilidad, porque todas las fuerzas políticas han estado en todos esos tiempos ocupando indistintamente espacios del poder público en los distintos niveles de gobierno, espacios en que debieron actuar y no lo hicieron, espacios de poder en los que se permitió la corrupción y la impunidad, así que echar culpas a otros de las responsabilidades propias es hoy como siempre injustificable y altamente reprobable.
@tonosotosanchez
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