Morelia, Mich., 20 de marzo del 2014.- El consumo de dulces en México si bien forma parte de nuestra cultura y una rica tradición en la materia, debe hacerse con prudencia y privilegiando ante todo la salud de las personas, apuntó el presidente de la Comisión de Cultura de la LXXII Legislatura local, Leonardo Guzmán Mares.
Integrante también de la Comisión de Salud, el legislador de extracción perredista señaló que el consumo per cápita de dulces en México es de 4.5 kilogramos al año.
“El problema es que dentro la gama confitera, nos encontramos desde los típicos dulces, que tienen su base fundamentalmente en las frutas, hasta los industriales, elaborados con derivados sintéticos que tienen grandes afectaciones para la salud”.
El legislador apuntó que más que en los dulces típicos, son los de tipo sintético los que representan un problema para la salud de millones de mexicanos, tanto que las cámaras de la industria alimenticia en el país coinciden que tan sólo en un año el consumo total de la industria confitera sumó 315 mil 350 toneladas, de las cuales, 148 mil 800 correspondió a dulces; 97 mil a chocolates y 69 mil 550 a chicles.
El diputado por el Distrito de Coalcomán, recordó que las cifras de consumidores mexicanos han aumentado un diez por ciento en dulces, siete por ciento en chocolates, diez por ciento en chicles, y 15 por ciento en botanas.
“Desde 2011, México se colocó como el tercer lugar del continente americano en ventas de la industria confitera con un valor de cuatro mil 651 millones de dólares, sólo después de EU y Brasil”.
Apuntó que el nicho principal de la confitería se encuentra entre los menores de 20 años, que representan el 52 por ciento de la población mexicana; del que el 60 por ciento son niños, razón por la cual, entre el 80 y 90 por ciento del mercado de las golosinas está orientado hacia el consumidor infantil.
De acuerdo con datos del INEGI, en nuestro país el 28 por ciento de los niños decide sobre las compras de chocolates y dulces que se realiza en los hogares