12 de febrero, 2014 — El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Antonio Guterres, manifestó hoy al final de una visita a la República Centroafricana que ha observado una catástrofe humanitaria de atroces proporciones a causa del conflicto armado que vive ese país.
“Continúan las masivas limpiezas de tipo étnico-religioso. Ha habido masacres y asesinatos indiscriminados. La barbaridad, brutalidad y falta de humanidad es lo que ha caracterizado a esta violencia”, manifestó Guterres en un comunicado.
El Alto Comisionado añadió que miles de personas siguen huyendo del país a causa de la inseguridad y que en Bangui, la capital, hay muchos civiles viviendo en guetos en condiciones muy difíciles.
También destacó que el nuevo Presidente y el gobierno todavía no pueden ofrecer una protección efectiva a los civiles, por lo que pidió que la comunidad internacional se una para incrementar con urgencia el número de tropas y de policías sobre el terreno.
Guterres subrayó que no puede permitirse que la crisis que vive este país deje de estar en el centro de la atención internacional, como lo están el conflicto en Siria o Sudán del Sur.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) informó por su parte que ha comenzado a enviar comida por vía aérea a ese país, debido a la inseguridad en las carreteras que impide abastecer a algo más de un millón de personas afectadas por la violencia.
Un avión de carga procedente de Camerún ha aterrizado en Bangui con 82 toneladas de arroz y prevé enviar un total de 1800 toneladas de cereales, que servirían para alimentar a unas 150.000 personas mensuales, en más de una veintena de vuelos durante las próximas semanas.
La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura, precisó, también en un comunicado, que los agricultores en la República Centroafricana necesitan con urgencia semillas y herramientas esenciales para la siembra de marzo, si se quiere evitar una grave crisis alimentaria en el futuro.
Las reservas de alimentos casi se han extinguido, debido a la baja producción del 2013, a lo que se suma la escalada de violencia iniciada hace meses y que ha provocado el desplazamiento de miles de civiles.