(Columna Política Foro Abierto) Por Pascual Sigala.- Con un gran dejo de madurez y responsabilidad, la mayor parte de los Consejeros estatales del PRD de Michoacán resolvimos que sea el seno de éste órgano colegiado en donde elijamos a los próximos Presidente y Secretario General del Comité Ejecutivo Estatal, y para ello, se antepusieron los intereses del partido por encima de los propios.
Dada la situación política por la que atraviesa Michoacán, que genera condiciones extraordinariamente difíciles para los ejercicios abiertos, los Consejos estatales optaron por lo más viable, que la elección se dé en un marco de pluralidad interna y que sea resuelto por el máximo órgano de gobierno partidista.
El gran objetivo tras ésta decisión es que cuidemos la unidad y nuestra prioridad es recuperar la gubernatura en el 2015, por eso las decisiones las estamos tomando con seriedad y responsabilidad.
En la sesión del IV Pleno Ordinario del IX Consejo Estatal, generamos un amplio e intenso debate entre todos los liderazgos del partido, en donde escuchamos argumentos en las dos rutas que se proponían para renovar la dirigencia del partido.
Una ruta optaba por la elección abierta y la otra por una elección de consejeros. Los argumentos fueron sólidos en ambos casos, pero al final se impuso la lógica de que se conduzca un proceso sin sobresaltos ni riesgos, y que se fracture la unidad y la fuerza que está retomando el partido en estos momentos.
El PRD es el partido natural a recuperar el gobierno del estado, ya que en los 10 años de gobiernos perredistas se lograron grandes avances y grandes obras para Michoacán, algo que ni por casualidad se asoma en el actual claudicante gobierno de Fausto Vallejo.
Por ello, todos los actores políticos que estamos inmersos en la construcción de la victoria del 2015, debemos tener en claro que los adversarios están enfrente, en el PRI y en el PAN, quienes cifran sus esperanzas en los errores y disputas que cometamos, y en la intención de dividirnos, y en tratar de descarrilar nuestros procesos internos.
Por ello, la unidad es nuestro único vehículo para la victoria, y es menester que todos asumamos esta condición.