03 de febrero, 2014 — El experto independiente de Naciones Unidas para la promoción de un orden internacional democrático y equitativo encomió hoy la declaración de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que proclama esa región como ‘Zona de Paz’.
Los 33 integrantes de la CELAC asumieron ese compromiso al cierre de la cumbre celebrada el 28 y 29 de enero en La Habana, Cuba.
“Esta nueva declaración que enfatiza el desarme universal, incluso del comercio en armas convencionales, es un claro ejemplo para el mundo entero”, afirmó Alfred de Zayas.
En su opinión, esa iniciativa tendrá un mayor efecto que el establecimiento hace 45 años de Latinoamérica y el Caribe como zona libre de armas nucleares con el Tratado de Tlatelolco.
El experto señaló que la nueva declaración “se basa en el anhelo legítimo de todos los pueblos de preservar y consolidar la paz mediante la promoción de relaciones amistosas entre los Estados y el compromiso de todos los países de la ONU de resolver cualquier controversia por medios pacíficos”.
La declaración compromete a los miembros de la Organización a fortalecer la integración regional con la visión de establecer un orden internacional basado en el derecho humano a la paz y ratificado por una cultura de paz.
“Esta visión excluye el uso de la fuerza y de los medios no legítimos de defensa, entre ellos las armas de destrucción masiva”, añadió el experto. “Esto implica trabajar y negociar para lograr un desarme nuclear completo y una marcada reducción de las armas convencionales y de su comercio”.
Para el Experto Independiente, el establecimiento de zonas de paz y de cooperación en un número creciente de regiones del mundo conlleva el compromiso de los gobiernos a una reducción significativa en presupuestos y gastos militares.
“La declaración de la CELAC constituye un signo auspicioso para el avance de un orden internacional que puede y debe ser más democrático y equitativo, basado sobre los principios de la soberanía y de la solidaridad internacional”, indicó el experto al señalar que la misma avanza los propósitos y principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y en el Derecho Internacional.