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Morelia, Mich., 9 de abril de 2012.- Este miércoles en la comunidad de La Alberca, en Teremendo de los Reyes, lugar donde hace dos siglos fuera aprehendido el padre José Guadalupe Salto por el ejército realista español, se realizó un acto cívico en memoria del prócer, en el cual autoridades municipales y de la localidad rindieron guardia de honor y colocaron una ofrenda floral por la “vida, virtudes y martirio de aquel patriota michoacano de alma gigante que murió por la Independencia”.
“No me maten que soy ministro de Jesucristo, fueron las palabras pronunciadas por aquel clérigo insurgente la mañana del 8 de mayo de 1812, cuando decenas de soldados al mando del capitán Juan Pesquera lo asediaban en una cueva del cráter de La Alberca, comunidad sujeta a Teremendo de los Reyes”, refirió el estudioso Moisés Guzmán Pérez, orador oficial del evento, quien recordó el paso del cura por la localidad moreliana.
En la breve reseña que Guzmán Pérez hizo sobre la relación del cura con Teremendo de los Reyes, señaló que si bien nació en Santiago Undameo en 1773, cuando fue adulto se sumó a la insurgencia al pasar Hidalgo por la localidad con destino a Guadalajara.
“Sus hechos de armas causaron una fuerte impresión entre las autoridades realistas, fue por eso que el comandante militar Torcuato Trujillo ordenó seguir al padre Salto, prenderlo y acabar con su vida”, expresó el estudioso del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Michoacana.
Del mismo modo, contó cómo al rayar el alba de aquel 8 de mayo de 1812, los hombres de Trujillo lo descubrieron en La Alberca, por lo que “tuvo que subir por esta vereda tortuosa que apenas se divisaba, sorteando voladeros y caminos estrechos, enfilando hacia una cueva donde se encerró”, dijo el historiador.
El padre Salto se defendió mientras pudo, pero los realistas le atravesaron el costado del cuerpo con una bala que lo hizo caer herido para más tarde ser traslado en un tapextle por el camino de Tiristarán hasta Valladolid, donde la tarde del 8 de mayo fue encerrado en la cárcel clerical.
