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Morelia, Mich., 6 de noviembre del 2013.- El especialista investigador de la Dendrocronología, Julián Cerano Paredes, miembro del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Relación Agua, Suelo, Planta, Atmósfera (CENID-RASPA), afirmó que dentro del estudio de los anilllos de crecimiento en el tronco de los árboles se encuentra valiosa información para conocer el efecto en los bosques de fenónemos climáticos pasados y predecir posibles cambios ambientales, sequías o fuertes lluvias.
La Dendrocronología es una ciencia nueva, de inicios de 1904, en la que el investigador Andrew E. Douglass hizo observaciones en cortes de diferentes troncos de árbol encontrando la relación entre el ancho de los anillos, la edad de los árboles y cambios ambientales que quedaron grabados en el tronco, con una datación de hasta mil 600 años de antigüedad.
El principio de la Dendrocronología es algo sencillo, se parte de que se toman muestras de árboles vivos, se fechan las secciones iniciando del primer año más próximo, así se calcula la edad de árboles que pueden ir hasta cien, docientos o miles de años.
Como parte de la serie de conferencias y eventos que realiza la Facultad de Ingeniería en Tecnología de la Madera, con motivo de su XLI Aniversario, el investigador duranguense, afirmó que la gama de conclusiones que pueden tomarse a partir de la Dendrocronología es amplia, puede complementar estudios de tipo arqueológico, escurrimientos e inundaciones en el pasado, datar movimientos de glaciares, erupciones volcánicas, monitorear contaminación o elementos del suelo y aire; el ataque de insectos o especies invasoras, datar incendios pasados y en base a ello, pronosticar el futuro de los bosques y especies arbóreas.
Ante investigadores, profesores y alumnos de la UMSNH, Cerano Paredes, mostró varias gráficas en las que se podían apreciar claramente los años de sequías, los de lluvias y otros fenómenos como la epidemia ocurrida durante la época de la conquista de México, que mató a millones de aztecas y que quedó grabada como época de sequía en el tronco de los árboles estudiados en la región: “frecuentemente un año de sequía sucede después de un año de fuertes lluvias y se relaciona con enfermedades como esa epidemia histórica.
“Por otra parte si se dan dos años de sequía seguidos, mueren milllones de árboles además de que se multiplica la incidencia de incendios forestales, como también se aprecia en los troncos de árbol”.
De esta forma, el investigador confirmó que el cambio climático es una realidad que se calcula aproximadamente ya en .6 grados C de más, por lo que las autoridades gubernamentales debieran estar implementando a partir de estudios y pronósticos como los que se obtienen a través de la dendrocronología, las medidas ambientales para preservar los bosques y la vida en el planeta.
