Morelia, Mich., a 27 de septiembre del 2013.- La educación infantil de calidad constituye un instrumento efectivo para salir de la pobreza en las áreas más inaccesibles y marginadas, aumentando las posibilidades de inclusión de los niños en la sociedad y la economía, señaló este viernes el diputado Omar Noé Bernardino Vargas.
Durante su participación en el panel denominado Experiencias Exitosas de Atención Integral a la Primera Infancia, en las modalidades formal y no formal de Chile, México y Guatemala, el legislador integrante del grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional señaló que programas integrales son indispensables para un desarrollo efectivo del niño en su primera etapa de crecimiento, y su implementación requiere del esfuerzo compartido de la familia, sociedad y gobierno.
De la misma forma, refirió que existen programas en materia de primera infancia que son interesantes y susceptibles de aplicarse en Michoacán, pero “para hacerlo se requiere de voluntad política por parte de todos los poderes, de esfuerzo familiar, de compromiso social por parte de organizaciones sociales (empresas, sindicatos y ONG) el esfuerzo es grande, pero de implementarse, los beneficios serán incuantificables”.
Planteó que en México, programas tan nobles como el de Oportunidades, puede rediseñarse tomando en cuenta algunas características de programas exitosos, y rescatando las bondades del mencionado programa social, se pueden utilizar los recursos y su estructura para cumplir con el cometido de hacer de la primera infancia, la mejor etapa del ser humano.
Bernardino Vargas señaló que “llegó el momento de formar seres humanos con valores, destreza, seguridad en sí mismo, convicción y compromiso social”.
El diputado presidente de la Comisión de Jóvenes y Deporte de la LXXII Legislatura de Michoacán enfatizó que “no debemos escatimar esfuerzos para garantizarle a la niñez un presente digno y un futuro prometedor, es indispensable que el tejido social se empiece a reconstruir desde la primera infancia”.
No hay que soslayar, continuó, que en los primeros ocho años de vida de todo ser humano se forma la personalidad la autoestima y la seguridad en sí mismo, se inculcan los valores y se edifican las bases del conocimiento. Si queremos un mundo mejor al que vivimos tenemos que empezar a construirlo ofreciéndole al ser humano, condiciones dignas de su especie, desde que se encuentra en el vientre materno y hasta que pueda valerse por sí mismo, sumando para ello todos los esfuerzos, empezando en la familia y culminando en el Estado.
“Todos sabemos la problemática que enfrentan nuestros niños y sus padres, ha sido tema de discusión, análisis y grandes pronunciamientos, se han dado cifras y más cifras; sin embargo, llegó el momento de pasar del discurso a los hechos, de las lamentaciones a la acción, de las críticas al compromiso verdadero, nuestros niños se lo merecen”.
En torno a la atención, expuso que destacan las modalidades formales y no formales; las formales –explicó- son las acciones que se dan teniendo al Estado como principal promotor y responsable de su ejecución y resultados.
Sin embargo, en la actualidad los programas no formales han tenido gran auge en América Latina y el Caribe, debido a que han posibilitado extender el alcance de los servicios a las áreas más vulnerables.
Por lo anterior, resulta interesante considerar las alternativas no formales, innovadoras, que a partir del trabajo con familias ofrecen servicios de calidad a los niños menores de ocho años tratando de identificar los logros, desafíos y expectativas que estos programas promueven; así como, posibles variables que se pueden prever para evaluar su impacto.
Finalmente, el diputado Omar Noé Bernardino Vargas señaló que se debiera implantar un programa para la primera infancia, donde la participación gubernamental, sociedad y familia sean fundamentales.