22 de septiembre, 2013 — El Secretario General y el Consejo de Seguridad de la ONU repudiaron enérgicamente el atentado contra un centro comercial en Nairobi, Kenya -que según cifras preliminares ha dejado cerca de 60 muertos y unos 170 heridos- y pugnaron por presentar ante la justicia a los responsables.
Un grupo de hombres armados tomó por asalto ayer el centro comercial Westgate y se estima que al menos 15 de ellos permanecen apertrechados hoy en esas instalaciones y que mantienen un número no precisado de rehenes, después de que las operaciones de rescate han evacuado a más de mil personas.
Ban Ki-moon ofreció sus condolencias a los familiares de las víctimas y los heridos, entre los cuales se contaban algunos extranjeros.
“Este acto premeditado dirigido a civiles indefensos es totalmente condenable. Los autores deben rendir cuentas ante la justicia lo más pronto posible”, declaró hoy Ban ante la prensa.
Nairobi es la sede de la ONU en África con un personal de cientos de trabajadores nacionales y extranjeros.
Ban anunció con tristeza que entre los muertos en el ataque se contaba un empleado retirado del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) y le dio el pésame a su familia.
Agregó que ha hablado con el presidente del país, Uhuru Kenyatta, y que se mantiene en contacto con la directora ejecutiva de las Naciones Unidas en Nairobi, Sahle-Work Zewde, mientras la emergencia continúa.
“Este es un momento difícil para todos los kenianos, incluida la familia de la ONU que está orgullosa de tener su hogar en Nairobi. Envío mi solidaridad a todos ellos en este momento de pena y duelo”, puntualizó Ban.
Por su parte, el Consejo de Seguridad reafirmó ayer en una declaración presidencial que el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones constituye una de las más serias amenazas a la paz y seguridad internacionales y que sus actos con injustificables en todos los casos, independientemente de su motivación.
El grupo islámico armado Al Shabab se ha adjudicado el atentado en Nairobi.