Se han cumplido dos meses del arribo al Estado de las fuerzas armadas y de la PFP en Michoacán para «detener a los maleantes» que tienen a Michoacán bajo caos.
Poco o nada han hecho, solo se ven pasear camionetas de militares y PFP´s en las carreteras y ciudades de Michoacán sin hacer o tener logros significativos en sus «operativos».
Lo que si es cierto, es que a dos meses de esta «lucha frontal y decidida» contra la delincuencia en Michoacán, el secuestro ha subido de manera desmesurada, la violencia se ha incrementado de manera alarmante – según datos del Universal- y nuevamente las autoridades siguen diciendo que «todo está bien».
Ya sea el «avión de Cancún», el embajador Libanés y ahora el de Kuwuait como futuros inversionistas y «hermanamientos» han servido de CORTINAS de HUMO para distraer y hacer creer al pueblo michoacano que todo esta bien, como les ha sido habitual al PRI gobierno michoacano, mientras que, ni el ejército ni la PFP ha podido detener o menguar la violencia en el Estado.