Irresponsable y cobarde

Por Ignacio Martínez.- ¿Puedo estar arrepentido de haber proporcionado mi voto a “x” o “y” candidato al no responder a las expectativas que forme antes de sufragar?

 

Seguramente a usted muchas veces le ha pasado, piensa que el candidato por el que votó y además resultó ganador le dará muchas satisfacciones a su entorno social. Pasa el tiempo y simplemente sus expectativas se van al vacío.

 

Hasta donde puede la persona por quien vote, dejar botado su trabajo, su encomienda, su responsabilidad porque tiene miedo de ser atacado por alguno de sus enemigos políticos.

 

Cuando se ha llegado al poder se pueden encontrar innumerables amigos que le construyen una burbuja y le pueden hacer creer que el candidato ahora funcionario es casi una imagen hecha a semejanza de Dios, que simplemente con mover un dedo hasta puede transformar el agua en vino.

 

También cuando se llega al poder esos amigos se pueden transformar en innumerables  enemigos por no poder cumplir con las diversas promesas hechas por un candidato.

 

Podría incluso un funcionario electo decir simplemente me voy a trabajar a otra ciudad porque esta su integridad siendo amenazada?

 

Hasta donde es digno decir, me hago a un lado porque tengo miedo de que me maten?

 

Hasta donde puedo refrendarle mi confianza sí decide “trabajar” a larga distancia, no en su comunidad de origen por el miedo a sufrir un atentado?
Esas preguntas se hacen realidad en Michoacán cuando uno de sus mandatarios que han sido designados por voto directo, ha decidido ir a vivir a otra ciudad que considera es más segura y pasan las semanas y lo meses y desde la comodidad y tranquilidad de su casa dirige dice él los destinos de aquellos que votaron y confiaron en el.

 

Me parece altamente irresponsable la actitud, sería mucho más digno renunciar al cargo explicando los motivos, que pasar como cobarde ocultándose en un rincón diciendo que cuenta con la confianza popular.

 

Es triste que nuestros políticos(no todos conste) se comporten irresponsablemente, se comporten indignamente, pero creo que más decepcionante aún que un político se comporte como cobarde.