Cidem pasado oscuro

Por Toño Aguilera.- Creado en 1985 para emular al CIDE y ofrecer alternativas de investigación y profesionalización, el Centro de Investigación y Desarrollo del Estado de Michoacán fue convertido por los gobiernos priístas de finales del siglo XX en un centro de operación política, en donde se decidían no sólo candidaturas, donde se repartía dinero en las campañas y donde se acordaban las persecuciones a los adversarios políticos.

De las instalaciones de aquel Cidem, surgieron las instrucciones para cometer ilícitos electorales, para desviar recursos a campañas, la entrega de dinero a los candidatos del PRI y las instrucciones a grupos de choque de ese partido para acosar a sus rivales políticos.

El negro pasado del Cidem, en la pasada era priísta, es harto conocido por todos los inmersos en el mundo de la política michoacana. Fue un centro de operaciones del PRI y donde se decidían el fin último de los programas sociales.

Asimismo, en muchas ocasiones, tras sus paredes se designaron a los candidatos del PRI.

Cuando Lázaro Cárdenas Batel sacó al PRI del poder en Michoacám, decidió darle el sentido original con el cual su padre, el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas fundó este centro a finales de su gobierno: investigación y propuestas de desarrollo para las regiones del estado.

El Cidem siempre operó con bajos recursos para tales fines, y a fin de hacerse de fondos propios, comenzó a ofertar diplomados y algunas carreras en el ámbito de la administración pública. Michoacán siempre ha adolecido de un centro de capacitación para la administración pública, y en muchas ocasiones centros como el Cidem tomaron esa estafeta.

En este proceso los directores del Centro no cuidaron cubrir todos los requisitos necesarios para darle validez a los títulos que ofrecía dicho centro, por lo que en muchas ocasiones carecían de validez.

No fue sino hasta la llegada del “nuevo” PRI que se decidió cerrar definitivamente al centro y echar a la calle a más de 50 trabajadores que allí laboraban. La justificación es tan diáfana como irrisoria: “el centro ya no cumplía con las funciones para las cuales nació”. Fue el propio PRI el que pervirtió los objetivos del centro, ya que lo utilizó como guarida de operaciones electorales.

Asimismo, detrás de la intención de la que será recordada como la extintora del Cidem, la priísta Zabel Pineda, hay una historia sumamente interesante, que no tiene desperdicio: Guillermo Vargas Uribe, ex director del Centro de Investigación para el Desarrollo del Estado de Michoacán (CIDEM), afirmó que de los 57 títulos que la nueva administración priísta de esta institución afirma tienen irregularidades administrativas, están en todo caso en proceso de regularización o validación, acciones que le corresponderían a la nueva titular de este centro de estudios regularizar.

Dijo que los nombres acusados de ostentar un grado académico que no poseen, se puede ver que se trata de personajes de la vida pública, varios de ellos relacionados directamente con el Partido de la Revolución Democrática y aunque su desempeño profesional dentro de la Administración Pública y la Academia no se sustenta únicamente en un grado académico otorgado por el CIDEM, se magnifica un asunto que podría deberse sencillamente a errores administrativos, pero no de fondo y que en ninguna forma ponen en riesgo ni su carrera profesional, ni la calidad de los estudios que otorga el Centro de Estudios, ya que en la mayor parte de los casos, el posgrado del CIDEM es tan solo parte de una extensa curricula.

Vargas Uribe afirma que cuando él fue director de la institución el esposo de la ahora titular del CIDEM, Zabel Pineda, Benjamín Revuelta Vaquero le solicitó para él y para ella misma, una plaza en el CIDEM, para cobrar sin trabajar, a lo cual Guillermo Vargas se negó, “y eso es importante también que la sociedad michoacana lo sepa, esas son las razones para denigrar los estudios realizados en la institución y no la calidad de los mismos”.

Como se puede ver, el Cidem ya no le sirve al PRI para sus alquimias y mapacherías futuras, por lo que debe ser cerrado, sin importar que 50 familias pierdan su empleo. Ese es el “nuevo” PRI.

@gaaelico