19 de enero del 2025.- En el marco del Programa Nacional de Reconstrucción (PNR), el pasado sábado 18 de enero de 2025, se reabrió el Exconvento de Santo Domingo en Santo Domingo Tehuantepec, Oaxaca.
Este emblemático inmueble, con más de cinco siglos de historia, fue restaurado tras los daños sufridos por los sismos de septiembre de 2017 y recuperará su función como Casa de Cultura.
La secretaria de Cultura, Claudia Curiel de Icaza, encabezó el evento junto al gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, y el director general del INAH, Diego Prieto Hernández.
Durante su discurso, Curiel de Icaza subrayó la importancia de reactivar estos espacios históricos como puntos de encuentro para la creatividad y el arte.
“Trabajaremos en conjunto para convertirlos en semilleros artísticos que fomenten el acceso a actividades culturales en la región”, afirmó.
Nuevo impulso al arte y la educación patrimonial
El gobernador Salomón Jara Cruz anunció un nuevo proyecto que fortalecerá la educación y preservación cultural en Oaxaca: la construcción de la Escuela de Restauración en Casa Odrisola, ubicada en San Pedro y San Pablo Teposcolula.
Esta institución, que abrirá en abril de 2025, formará especialistas en la conservación de bienes patrimoniales, consolidando a Oaxaca como un referente nacional en la gestión cultural.
Por su parte, Diego Prieto calificó la restauración del Exconvento como un “trabajo de largo aliento”, que suma a otros logros en la zona, como la recuperación del Arzobispado y la Catedral de la localidad.
Exconvento de Santo Domingo
Construido entre 1544 y 1555 por la Orden de los Dominicos y financiado por el último rey zapoteca, Cosijopi, el Exconvento de Santo Domingo es un testimonio viviente del mestizaje cultural.
Tras su ocupación como cuartel y cárcel durante el siglo XIX, fue rehabilitado en 1984 como Casa de Cultura, hasta su cierre tras los terremotos de 2017.
Hoy, este espacio vuelve a brillar como un punto de preservación y difusión de las tradiciones istmeñas.
La restauración incluyó trabajos de consolidación en muros, bóvedas y campanarios, así como la integración de pisos de barro, aplanados y pintura a la cal. Este esfuerzo no solo protege el patrimonio arquitectónico, sino que también impulsa el desarrollo cultural y social de las comunidades zapotecas y afromexicanas.
Con información de Once Noticias