2 Mayo 2024 Paz y seguridad
Esa cifra se añadiría a los cerca de 35.000 palestinos muertos desde que comenzaron los bombardeos israelíes desde el 7 de octubre. Según los expertos, podría llevar hasta tres años recuperar los cadáveres utilizando las herramientas primitivas que tienen a mano. Por otro lado, las calles y los espacios públicos de muchas poblaciones gazatíes están sembrados de explosivos sin detonar.
La Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria (OCHA) ha informado que se cree que más de 10.000 personas han quedado sepultadas bajo los escombros en Gaza.
Barrios enteros han sido arrasados, dejando cientos de edificios destrozados, en medio de intensos y continuos bombardeos israelíes «en gran parte de la Franja de Gaza» desde el aire, la tierra y el mar, según la última actualización hecha por esa entidad.
Citando a la Autoridad Palestina de Defensa Civil, OCHA señaló que la recuperación de cadáveres de entre los escombros es un enorme desafío, debido a la falta de excavadoras, y personal.
«Podría llevar hasta tres años recuperar los cadáveres utilizando las primitivas herramientas que tienen a mano», según los expertos, que señalan que esta situación se produce en medio de un aumento de las temperaturas que acelerará la descomposición de los cuerpos, aumentando potencialmente la amenaza de propagación de enfermedades.
Explosivos sin detonar
La entidad también informó que, según las autoridades de la Franja, un niño de 14 años resultó gravemente herido y sufrió la amputación de un miembro tras abrir lo que parecía aparentar una lata de comida que encontró mientras buscaba sus pertenencias en su casa, que había sido bombardeada por las fuerzas israelíes en Jan Yunis.
El Servicio de la ONU de Actividades Relativas a las Minas (UNMAS) ha calculado que podría haber unas 7500 toneladas de artefactos explosivos sin detonar esparcidos por toda la Franja, cuya limpieza podría llevar hasta 14 años. Para mitigar entretanto el riesgo para la población civil y los equipos de ayuda, UNMAS ha hecho llamamientos cada vez más urgentes para que la comunidad internacional ayude a retirar los restos explosivos de guerra.
La pesadilla debe terminar
En un llamamiento al fin de las hostilidades, desencadenadas por los ataques dirigidos por Hamás contra el sur de Israel el 7 de octubre, en los que murieron unas 1250 personas y más de 250 fueron tomadas como rehenes, la máxima responsable humanitaria de la ONU, Catherine Russell, insistió en que la «pesadilla» debe terminar.
Casi todos los 600.000 niños refugiados en la ciudad fronteriza meridional de Rafah están «heridos, enfermos o desnutridos», dijo la responsable del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) en un vídeo publicado en X el miércoles.
«Más de 200 días de guerra ya han matado y mutilado a decenas de miles de niños en Gaza», añadió Russell, en medio del creciente temor a una operación militar israelí a gran escala en Rafah.
Bombas de 500 kilos
Tras la retirada de las tropas israelíes el mes pasado de la ciudad meridional de Jan Yunis, una misión del equipo de evaluación de la ONU informó el 10 de abril de que las calles y los espacios públicos estaban sembrados de armas sin detonar. Además, se encontraron bombas de 500 kilogramos «tiradas en las intersecciones principales y dentro de las escuelas».
Se están llevando a cabo esfuerzos dirigidos por las Naciones Unidas para hacer que las zonas sean seguras para que los habitantes de la Franja puedan regresar a Jan Yunis, lo que incluye la evaluación de los daños en las instalaciones pertenecientes a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) y la cartografía de las zonas de alto riesgo que contienen metralla y municiones explosivas sin detonar.
Otro aspecto vital de este trabajo son las sesiones de concienciación, que el Servicio de las Naciones Unidas de Actividades Relativas a las Minas (UNMAS) lleva a cabo a través de las redes sociales, mensajes de texto a teléfonos móviles y folletos a cerca de 1,2 millones de personas en Gaza, como parte de los paquetes de ayuda distribuidos por otros socios humanitarios.
En total, se calcula que hay 37 millones de toneladas de escombros en el enclave, que probablemente contengan unas 800.000 toneladas de amianto y otros contaminantes.
El número de víctimas sigue aumentando
Entre el 29 de abril y el 1 de mayo, OCHA informó de que 80 palestinos murieron y 118 resultaron heridos en medio de los bombardeos israelíes, citando a las autoridades sanitarias de la Franja. La misma fuente ha informado de que, desde el 7 de octubre, al menos 34.560 palestinos han muerto en Gaza y 77.765 han resultado heridos.
Esto incluye un ataque el 29 de abril «alrededor de las 12:25 pm» cuando dos mujeres palestinas y dos niñas murieron y otras resultaron heridas cuando una casa fue atacada en el barrio de Tall As Sultan en Rafah occidental.
Esta misma oficina también informó de que entre el 28 de abril y el 1 de mayo, dos soldados israelíes murieron en Gaza, según el ejército israelí. Hasta el 1 de mayo, 262 soldados de dicho ejército habían muerto y 1602 habían resultado heridos en Gaza desde el comienzo de la operación terrestre.