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Columna Política «El Francotirador», Por José Cruz Delgado (28-II-2024).- El morenista Miguel Ángel Zavala Reyes y el panista Armando Pérez Luna, ambos precandidatos a la presidencia municipal de Maravatío, Michoacán, fueron ejecutados a balazos por presuntos gatilleros en dos acciones diferentes pero el mismo día, lo que ha elevado la ola protestas e indignación contra el Alfredo Ramírez Bedolla quien ha sido incapaz de frenar la violencia y el avance de la delincuencia.
Hasta ahora, el cuatrotero Ramírez Bedolla ni sus ineptos secretarios Elías Ibarra Torres y José Alfredo Ortega Reyes se han pronunciado en torno a estamos lamentables hechos, mucho menos los morenitas ni partidos aliados.
De nuevo, Michoacán está en la mira internacional por estos dos arteros asesinatos, por eso no hay quien quiera invertir porque no hay certeza jurídica y mucho menos seguridad.
El gobierno estatal, aunque lo niega, asegura que no se oculta información, pero miente, porque los hechos violentos no los dan a conocer, excepto cuando se trata de atacar a los opositores.
La diputada perredista Julieta Gallardo Mora, dice que es urgente que el gobierno del estado tome con seriedad garantizar la seguridad para el proceso electoral en Michoacán, pues resulta inaceptable el saldo rojo que se ha venido acumulando.»Resulta inaceptable que la omisión de las autoridades para blindar este proceso electoral, lo que ha costado ya dos vidas y una desaparición de actores políticos en lo que va de este año», dijo.
Mientras que que el legislador emecista
Víctor Manríquez González, dice que debe aplicarse en Michoacán un protocolo de seguridad que sea efectivo durante el proceso electoral, y evitar con ello la pérdida de vidas de quienes ejercen sus derechos político-electorales.
Tiene razón, no se puede normalizar esta situación, no pensar que en cada proceso electoral resulte inevitable la pérdida de vidas; por eso es urgente que las autoridades en la materia, instrumenten de manera inmediata un protocolo de seguridad que genere las condiciones para que las elecciones en Michoacán no estén guiadas por el miedo, pero hagánselo entender a Ramírez Bedolla. Es casi imposible porque sigue los dictados de su hacedor (Andrés Manuel López Obrador) porque él no razona por si mismo, necesita quien me de línea.
Tras los arteros crímenes de los dos políticos maravatíenses, los solovinos de Ramírez Bedolla han guardado sepulcral silencio aún tratándose de uno de sus correligionarios.
Los panistas andan muy enojados por el asesinato de su precandidato Armando Pérez Luna, así como del doctor Miguel Ángel Reyes Zavala, y piden a los gobiernos morenistas federal y estatal, a dejar de ser cómplices de la grave ola de violencia que vive Michoacán y el país, y cambiar la falsa y fallida estrategia de seguridad de ‘abrazos y no balazos» de López Obrador.
¿Cuántos muertos más esperan los gobiernos indolentes de Morena para aplicar la Ley contra la delincuencia organizada?», preguntó la lideresa panista Cuquita Cabrera Hermosillo.
El gobierno de Michoacán continúa sin dar resultados en materia de seguridad porque está más preocupado por el proceso electoral que asumir su responsabilidad.
