13 de enero del 2024.- Los rebeldes hutíes han prometido una «respuesta fuerte y efectiva» tras la segunda noche consecutiva de bombardeos de Estados Unidos a sus instalaciones en Yemen por sus ataques al transporte marítimo internacional en el mar Rojo como acto de apoyo al pueblo palestino en la guerra de Gaza entre Israel y Hamás.
«No hay heridos, ni pérdidas materiales ni humanas», ha dicho Nasruldeen Amer, un oficial hutí, a Al Jazeera, sobre el ataque estadounidense contra un radar hutí. El Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM en inglés) ha confirmado que en el ataque se han utilizado misiles terrestre Tomahawk desplegados desde el destructor naval USS Carney (DDG 64), sin especificar si han participado otros países.
La destrucción de esta instalación se produce después de que el viernes Estados Unidos y Reino Unido coordinaran un bombardeo sobre casi 30 localidades del país para degradar la capacidad de los hutíes, respaldados por Irán. Ese mismo día, la milicia había disparado al menos un misil balístico contra un buque comercial que navegaba en el mar Rojo este viernes temprano, aumentando la tensión en Oriente Medio.
«Desde el 19 de noviembre de 2023, los militantes hutíes respaldados por Irán han intentado atacar y acosar a embarcaciones en el Mar Rojo y el Golfo de Adén 28 veces. Estos incidentes ilegales incluyen ataques que han empleado misiles balísticos antibuque, vehículos aéreos no tripulados y misiles de crucero. Estos ataques no tienen asociación y son independientes de la Operación Guardián de la Prosperidad, una coalición defensiva de más de 20 países que operan en el Mar Rojo, el Estrecho de Bab al-Mandeb y el Golfo de Adén», ha señalado el CENTCOM en su mensaje de X.
Biden dice que no cesarán si los hutíes siguen atacando buques
Antes del ataque de este sábado, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha asegurado que Washington responderá a los hutíes si continúan con un comportamiento que califica de «indignante». Londres y Washington han defendido que sus ataques aéreos en Yemen, que provocaron cinco bajas en las filas de los hutíes, de acuerdo con los insurgentes, fueron en represalia por meses de ataques del movimiento contra el transporte marítimo del Mar Rojo que los combatientes respaldados por Irán presentaron como una respuesta a la guerra en curso en Gaza.
Biden se ha visto obligado a enviar una carta al Congreso de EE.UU. para informar del ataque aéreo lanzado contra los rebeldes hutíes tras recibir críticas por no haber avisado al Poder Legislativo antes del bombardeo. «Ordené esta operación militar por mi responsabilidad de proteger a los ciudadanos estadounidenses y defender la seguridad nacional de Estados Unidos», ha dicho el mandatario estadounidense en la misiva, enviada al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, y a la vicepresidenta del país, Kamala Harris, quien también ejerce como líder del Senado.
Estados Unidos y Reino Unido han defendido que los ataques militares contra los rebeldes son legales según el derecho internacional. Los ataques lanzados durante la noche anterior fueron «para interrumpir y degradar la capacidad de los hutíes para continuar los ataques temerarios contra buques y la navegación comercial», ha defendido la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, al Consejo de Seguridad de la ONU. Ha justificado que más de 2.000 barcos se habían visto obligados por los ataques a desviarse del Mar Rojo desde noviembre.
Rusia y China denuncian que el ataque no está amparado por la ONU
Los delegados de Rusia y China ante Naciones Unidas han reiterado este viernes en el Consejo de Seguridad que los ataques lanzados por Estados Unidos y el Reino Unido no están amparados por las resoluciones del Consejo ni por la carta de la ONU y por ello son contrarios a la legalidad internacional.
La sesión celebrada en la tarde del viernes había sido reclamada de urgencia por parte de Rusia, cuyo embajador Vasili Nebenzia ha destacado que el ataque no puede basarse en el ejercicio de la legítima defensa recogido en el artículo 51 de la carta de la ONU, pues no se aplica a la navegación comercial, cuya defensa fue invocada por EE.UU. y el Reino Unido, que se rige por otras regulaciones. Más bien, ha insistido Nebenzia, las acciones «de la que se dice coalición internacional son una flagrante violación del artículo 2 de la carta de la ONU», y supone además «una agresión militar más del Occidente colectivo como parte de una larga serie en Oriente Medio».
En cuanto al embajador chino, Zhang Jun, ha puntualizado que la última resolución del Consejo de Seguridad del pasado miércoles sobre Yemen reclamaba garantizar la libre navegación en el mar Rojo, pero «jamás autorizó a ningún Estado a usar la fuerza contra Yemen». El diplomático chino ha reiterado que «ningún país tiene el derecho de distorsionar de manera abusiva la legalidad internacional cuando se trata de resoluciones».