Por Manuel Lozada.- Hasta que por fin se va Fausto Vallejo Figueroa de la gubernatura del Estado, nada bueno dejó quien prometiera cambios en beneficio de un Michoacán que ahora sufre el resultante de la ineptitud, despotismo y derroche de recursos como lo es hasta este momento la administración fautista.
Aparte de esto, las «guerritas internas» que están pasando actualmente, dejan también en entredicho la honorabilidad del partido gobernante y de sus «afiliados» que pelean por tener el control.
Po todos fue sabido que cuando Vallejo asumió la gubernatura, los grupos que estaban presentes en la administración mantenían constantemente pugnas fuertes por ordenar y contravenir órdenes.
Los resultados los tenemos ya vistos: un Estado quebrado, violentado, a merced del crimen, pobre, carente de oportunidad de empleo serio y bien pagado, despido masivo de empleados gubernamentales bajo esquema de contratos, los cuales siempre hacen el trabajo que los «sindicalizados» no quieren hacer además de ser flojos y conformistas que gracias a haber apoyado a un ineficiente como Vallejo Figueroa para llegar a la gubernatura, ahora, lo tienen en sus garras.
Como dice la canción » las golondrinas» … «me voy muy lejos…» que así se vaya este gris y tristemente célebre personaje, conocido tambien como «gober virtual» , porque solo se sabía de él y daba «signos de vida» cuando tuiteaba o feisbuqueaba , aparentemente , pues después se supo, que tenía a un grupo de personas con la tarea directa de «manejar la cuenta de redes sociales» del «señor Gobernador» , siendo así que aparentaba estar , pero no estaba, pudiendo estar en cualquier parte, en cualquier hospital, «gobernando» via intenet.
Bastaron poco más de trece meses en el gobierno para que el PRI y Vallejo mandara al inframundo a un Estado requerido de cambios y certidumbres, llegaron los priístas y las cosas empeoraron dramáticamente, a tal punto, que muchos empleados gubernamentales añoraban las administraciones pasadas, a pesar de ser del PRI.
Pobre Michoacán, nunca mereció estar como está; bastó haber creído en un partido amañado y mentiroso, así como en un hombre que a secreto a voces sabía el pueblo de su enfermedad…aquí están los resultados.
Adios Fausto, ve a curarte, a ver a Michoacán quien lo cura , pues tu enfermedad le contagiaste.