29 de septiembre del 2023.- Armenia ha acogido ya a unos 93.000 refugiados de Nagorno Karabaj, lo que supone casi el 80% de la población del territorio separatista azerbaiyano habitado por armenios, que será reintegrado en el sistema legal y administrativo de Azerbaiyán tras la operación militar azerí de la semana pasada.
«A las 08.00 GMT el número de personas desplazadas de Nagorno Karabaj era de 91.448, si bien tres horas después ya eran alrededor de 93.000», ha informado Nazeli Baghdasarián, portavoz del primer ministro armenio, Nikol Pashinián, en una rueda de prensa.
Supone, en total, el 77,5 % de la población que residía en Nagorno Karabaj hasta el domingo pasado (120.000), cuando comenzaron las evacuaciones.
La mayoría de los evacuados tiene familiares o amigos con los que instalarse temporalmente en Armenia, mientras que el resto, más de 20.000, ha aceptado alojamientos ofrecidos por el Gobierno. Azerbaiyán ha dicho que respetará los derechos de los armenios étnicos que decidan quedarse, pero que ha destruido para siempre el concepto de Estado separatista.
El ritmo de llegadas ha descendido en las últimas horas
Mientras tanto, siguen llegando miles de karabajíes por el corredor de Lachín, que une Nagorno Karabaj con el sur de Armenia, tras superar atascos que pueden suponer ahora 10 horas de viaje. Sin embargo, según Baghdasarián, el ritmo de las llegadas ha descendido en las últimas horas.
Pashinián, que volvió el jueves a denunciar una «limpieza étnica» por parte de Azerbaiyán, ha predicho que en los próximos días «no quedará ningún armenio en Nagorno Karabaj». Azerbaiyán, por su parte, ha rechazado rotundamente esta afirmación al recalcar a través del Ministerio de Exteriores que se trata de «una decisión personal e individual y no tiene nada que ver con una reubicación forzosa».
De hecho, el presidente azerí, Ilham Alíev, ha reiterado este viernes en el II Foro Nacional de Planificación Urbana en Zangilán, que garantizará los derechos de los karabajíes que permanezcan en Nagorno Karabaj.
Los derechos religiosos, educativos, culturales y municipales serán «implementados de acuerdo con todos los convenios en los que Azerbaiyán es parte, nuestra Constitución y nuestras obligaciones internacionales».
No obstante, los karabajíes rechazan cualquier forma de convivencia con los azerbaiyanos tras dos guerras por el control de Nagorno Karabaj en las últimas tres décadas y una operación relámpago los pasados días 19 y 20 que le permitió recuperar totalmente el territorio separatista.
Asimismo, temen que sus derechos y su seguridad no estén garantizados si permanecen en el enclave.