El periódico Excelsior, de la ciudad de México y con circulación en todo el país, publica este día un artículo sobre la verdadera situación política que se vive en Michoacán y creemos que por ser de interes de todos los ciudadanos, ahuizote.com lo publica integramente a continuación:
Por Martín Moreno.- Michoacán no tiene gobernador y el vacío de autoridad lo llena el crimen organizado. La ingobernabilidad se refleja en el rostro demacrado y pálido de Fausto Vallejo, mientras civiles inocentes caídos —ausentes en el informe nacional presentado en Gobernación—, pagan la factura de la silla vacía en Morelia.
Lo que ocurre en Michoacán es un crimen contra sus habitantes.
Primero: la irresponsabilidad de Vallejo —no se le culpa de estar enfermo, por supuesto— radica en que ante una desgracia personal se anteponga el interés político y se presente la posibilidad de una ausencia definitiva que implica convocar a elecciones extraordinarias, lo que representaría un riesgo político para el priismo. (La Constitución local establece que si hay ausencia antes de dos años de gobierno, hay nuevas elecciones. Empero, como la administración de Vallejo es de tres años y siete meses, el PRI quiere interpretarla a su conveniencia y que el plazo para extraordinarias venza el lunes próximo).
Segundo: ni el gobierno federal ni el PRI quieren llegar a una elección extraordinaria en Michoacán. ¿Por qué? Por la posibilidad de perder el estado. La administración de Vallejo ha sido un desastre, manteniendo altos niveles de violencia y en franca ingobernabilidad; es alta la probabilidad de que los michoacanos votarían en contra del priato. Y su miedo mayor: una alianza PAN-PRD haría pedazos al PRI. En la elección de noviembre de 2011,Vallejo ganó la elección con tan sólo 2.7 puntos de ventaja sobreLuisa María Calderón. El perredista Silvano Aureoles registró casi 29% del sufragio. Una alianza opositora triunfaría sin duda.
Tercero: mientras que por cálculos políticos el PRI ejerce una maniobra canalla para eludir la elección extraordinaria, los michoacanos que se jodan, inermes ante el control cuasi absoluto del poderío narco.
Y el episodio doloroso:
“Las víctimas inocentes (ocho) eran parte de una comitiva de productores de limón, quienes regresaban de una reunión con el secretario de Gobierno en el estado, Jesús Reyna García.
“En ese encuentro le habían planteado al funcionario el problema de inseguridad que se vive en Buenavista, Tomatlán, localidad donde las presiones de grupos delictivos han motivado el cierre de al menos tres empacadoras de limón. A su regreso, las camionetas donde viajaban los civiles fueron emboscadas”. (Reforma. 10/IV/2013).
“No se puede gobernar con videos ni por las redes sociales”, advirtió el diputado local Alfonso Martínez.
Desde el 1 de abril pasado, Fausto Vallejo no aparece en público. En los últimos 43 días sólo ha estado en tres eventos oficiales.
“Como están las cosas, se pone en duda la capacidad de gobernar del titular del Ejecutivo”, señala el panista Marko Cortés.
En esas anda Michoacán.
Por lo demás, la violencia en México sigue imparable: cuatro mil 249 ejecuciones —35 diarias durante este gobierno—, son cifras que aterran, sobre todo ante la carencia de una estrategia sólida. Se fue Calderón, pero no la violencia.