Morelia, Michoacán, México, 30 de marzo de 2013, INIRENA.- La destrucción del hábitat se ha convertido en el principal riesgo de extinción de la lagartija Ctenosaura clarki endémica de la cuenca del río Tepalcatepec y las cuencas media y baja del río Balsas que comparten los estados de Michoacán y Guerrero en la región Tierra Caliente en México. La tala de árboles que constituyen su hábitat natural, ha determinado un cambio de conducta de este reptil que ahora usa como refugio los postes de madera de cercados que los convierte en un recurso vital de sobrevivencia, confirmaron científicos del Instituto de Investigaciones sobre Recursos Naturales y la Facultad de Biología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
Los resultados derivan de la tesis de licenciatura Microhábitat usado por Ctenosaura Clarki (Lacertilia: Iguanidae) en la región de Infiernillo, Michoacán, México de la bióloga Esmeralda Bolaños Nava que fue dirigida por el MC Javier Alvarado Díaz. Esta especie también se distribuye en la Reserva de la Biosfera Zicuirán-Infiernillo, la mayor área natural protegida de México con ecosistema de selva baja caducifolia.
De acuerdo a la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, la lagartija Ctenosaura clarki o nopilchi está enlistada como especie amenazada aunque la Lista Roja de Especies Amenazas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN por sus siglas en inglés) la identifica como especie vulnerable.
En este contexto, Alvarado Díaz y Bolaños Nava sugieren que esta especie -de distribución exclusiva en México en Michoacán y Guerrero- enfrenta un alto riesgo de extinción en la naturaleza debido a la reducción del tamaño de su población, a la fragmentación del territorio y la reducción de su área de ocupación, por lo que es propensa a los efectos de la actividad humana y pronto podría ubicarse en una categoría ecológica de mayor riesgo.
Esta lagartija conocida en la región como nopilche, nopilchi o nopichi, es un reptil robusto que puede llegar a medir hasta 30 centímetros y pesar hasta 108 gramos (machos). El patrón general de coloración en el dorso va del olivo-marrón a negro con manchas y puntos de color crema a café claro. El vientre es crema y el mentón presenta frecuentemente marcas oscuras.
El trabajo de campo de los investigadores nicolaitas del INIRENA se realizó en las inmediaciones de la presa Infiernillo en Michoacán dentro de la reserva de la Biosfera Zicuirán- Infiernillo en los ejidos Bellas Fuentes y San Francisco de los Ranchos del municipio michoacano de La Huacana.
El microhábitat ideal identificado para esta especie en la zona es un micrositio moderadamente sombreado y arbolado con una temperatura que no rebasa 30 ºC a más de medio metro del suelo, que se localiza en árboles y postes de madera de cercados que delimitan los predios y terrenos de vocación agrícola y ganadera.
Alvarado Díaz y Bolaños Nava aseguran la tala de árboles y la consecuente pérdida de hábitat se convierten en el principal riesgo de extinción para esta lagartija endémica. Las evidencias encontradas sugieren que las oquedades naturales son un recuso cada vez más limitado y competido por lo que ha obligado a los individuos de esta especie a usar refugios alternativos, como los postes de madera, que presentan condiciones térmicas óptimas.
Sin embargo, el escenario para esta lagartija endémica es bastante complejo pues el Panel Intergubernamental de Cambio Climático espera un aumento de la temperatura ambiente en la región donde se distribuye naturalmente, un fenómeno que sumado a la pérdida del hábitat, puede derivar en poco tiempo en un posible declinamiento de las poblaciones de Ctenosaura clarki con dos probables escenario: El desplazamiento de las poblaciones a zonas de mayor altitud y/o latitud lo que sería un mecanismo de adaptación o su irreversible extinción.
El futuro de Ctenosaura clarki es bastante incierto, sin embargo por ahora, paradójicamente, los postes de madera de cercados de terrenos constituyen el refugio ideal que puede salvar de la extinción a esta lagartija michoacana (y guerrerense). Se desconoce si oficialmente hay medidas o acciones para salvar a esta especie endémica.