Columna Política «Diputado 501», Por Antonio TENORIO ADAME (23-IV-2023).- Al encabezar la conmemoración de la resistencia a la invasión de marines yankis en Veracruz en 1914, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, declaró con claridad: “México no admite ninguna clase de intervención”, policial.
Una posición tajante ante las recurrentes acciones de la DEA, reflejo del sentimiento nacionalista del mandatario. En el mismo rango del activismo policial ilegal, hace días en Nueva York se descubrió una red de espionaje de policías chinos, los que de inmediato gracias apresados, unos remitidos ante jueces y otros expulsados del país.
Pero, ¿en México somos diferentes?
POR LA MINORÍA
El problema de la drogadicción afecta a una diversidad de naciones donde operan los carteles delictivos.
Enfrentar el narcotráfico internacional requiere de la coordinación y cooperación multinacional. En escala binacional se dañan ambas naciones, la solución compete a los dos gobiernos.
En el caso del fentanilo la Casa Blanca ha destacado el efecto dañino con crecientes número de muertos; el problema se ha priorizado como asunto de Estado hasta convertirlo en parte de la Agenda electoral de 2024: Biden implica a China; en el Capitolio los representantes republicanos incriminan al presidente Andrés Manuel al involucrar su complicidad.
Este nacionalismo mexicano de defensa armada de México se ve acompañado con los desafíos del presidente López Obrador que, ante la adversidad de resultados, recarga la denuncia con ataques al conservadurismo que se opone a los cambios de la 4aT.
Algunos de estos desenlaces llevan al enfrentamiento abierto, como ocurre con la Corte, donde la resolución de la controversia constitucional de la Guardia Nacional, subordinada al Ejército, fue declarada inconstitucional, por lo que debe recuperar su naturaleza civil.
Ante la sentencia de la Corte, el presidente Andrés Manuel expresó su irritación : “Los ministros de la Corte están al servicio de las cúpulas de poder”. Una frase que descubre el conflicto de poderes a causa de una crisis constitucional.
Las contingencias del ejercicio presidencial no afectan su popularidad, en todo caso cambia de dirección; el movimiento de la 4aT en su percepción de sufrir un ataque a sus objetivos ha puesto en marcha un operativo de movilización en contra de la Corte.
La movilización antijudicial, durante la semana que corre del lunes 24 al viernes 28 de abril, a manera de un plantón de aislamiento a los usuarios.
Algunos de los seguidores consideran que al Presidente lo están obligando a radicalizar su marcha para cerrar su sexenio con una gran movilización de masas donde se definan los cambios de la Cuarta Transformación, entre ellos cambiar la designación de ministros al sustituir su designación por su elección. Se trata de una reforma constitucional donde Morena no reúne los votos de una elección calificada. ¿Un circulo roto?
Las denuncias de AMLO al injerencismo de Washington, lo sitúan en medio de la tempestad electoral de 2024, los llamados a Mexico americanos de votar en contra del Partido Repúblicano abre el camino a una respuesta dura de calificar al Gobierno de Morena como auspiciador del Narco Estado.
¿Vale, entonces, la pena escalar calificativos excluyentes?
Esa será otra historia.
POR LA MAYORIA
El fin de sexenio no es una competencia de despedidas; el grado de tensión se eleva y los contendientes salen a pelear. Aunque no todos los combates se visibilizan.
Tal es el caso del Congreso, donde persiste una entente que sumerge el grado de colisión que lo llevan a sufrir un atascamiento.
En el Senado el grado de enfrentamiento es abierto, la oposición se muestra proactiva, lleva a la reconstrucción de Agenda como ocurrió con las reformas al INE convertidas después en Plan B, o bien, como la decisión de no acudir a la ceremonia de la Medalla Belisario Domínguez para cuidar la investidura, más que cambios en estrategia son afirmaciones residuales obligadas.
La ceremonia del Senado es la oportunidad de encuentro de poderes de la República, la que prefirió darle la vuelta.
En San Lázaro se pasa por un problema grave de orden estructural, aún no visibilizado a fondo.
Se trata de una crisis de la representación política, que es la piedra de toque en que descansa la democracia representativa.
En la tradición republicana se define la representación a partir de la población en situación geográfica; por tanto, se trata de ciudadan@s, hombres y mujeres con derechos y obligaciones. A partir de la globalización que no reconocía sectores o clases, se construyó una identidad horizontal que afectó a la identidad nacional, porque de lo general republicano se pasó a lo particular para construir una igualdad a través de la diferencia o de la exclusión; las minorías prevalecieron por sus diferencias.
En San Lázaro no salió adelante una iniciativa de Ley a favor de la partidocracia que, en consecuencia , afectaba las facultades del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y, a su vez , descobijaba a las minorías.
El castillo de arena de la JUCOPO comenzó a derruirse con la oposición de 60 diputados de Morena, y 30 de otros partidos que se opusieron por considerar que estarían desprotegidos ante la voracidad de los partidos que dejarían sin efectos el principio de las 5 acciones afirmativas que hasta el momento están reconocidas .
En la actualidad se ha alcanzado la paridad e igualdad sustantiva como lo determinan los principios constitucionales.
La protesta de 90 diputados fue encabezada por la presidenta de la Comisión de pueblos indígenas y afromexicanos , Irma Juan Carlos (Morena), por temor de que la iniciativa destinada a limitar al TEPJF dejara sin efectos de contrapeso para el control de violaciones de derechos políticos electorales de los grupos minoritarios y vulnerables.
Hay escepticismo de caer en la parálisis. Esta iniciativa ha sido frenada, como 3500 semejantes de los diputados y 1600 de senadores, fue atrapada en el rezago legislativo invisible de la ineficiencia parlamentaria.
Por eso, lo que se debe ofrecer es una mejor capacidad de conocimientos en los integrantes de las Legislaturas, recayendo esta responsabilidad en los partidos políticos cuya línea de horizonte cultural parlamentario deja mucho que desear, al llegar al extremo de rifar en tómbolas las candidaturas de las representaciones, provocando un daño a la composición de la representación general.
APROBADA POR MAYORIA
No hay sexenio con final feliz. Frente a una crisis de constitucionalidad, conflicto entre poderes, y el amago de republicanos de pasar como Narco Estado.
Todo un reto a resolver la habilidad de AMLO.
¡Muerta la esperanza!, ¡Viva la esperanza!