24 de marzo del 2023.- Unas horas antes del cierre de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua, Iraq se convirtió hoy en el primer país de Oriente Medio en adherirse a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Agua, que busca garantizar el uso sostenible de los recursos hídricos transfronterizos facilitando la cooperación a más allá de las fronteras.
Actualmente, Iraq sufre crecientes presiones sociales, económicas y políticas debido a la escasez de agua. La falta de precipitaciones, el aumento de las temperaturas y la reducción del volumen de las aguas no subterráneas han provocado unos niveles de agua extremadamente bajos durante los últimos años.
Las cuencas de los ríos Tigris y Éufrates son las fuentes más importantes de agua para unos 237 millones de personas en Iraq (43,5 millones), Irán (88 millones), Siria (21 millones) y Turquía.
Las necesidades de agua para el regadío, el suministro de agua potable, la producción hidroeléctrica, combinadas con la disminución de la cantidad de agua y el deterioro de su calidad, plantean difíciles retos de gestión que se ven exacerbados por los efectos del cambio climático.