El 18 de marzo de 1938 el Gral. Lázaro Cárdenas del Rio llevó a cabo uno de los actos más importantes dentro del nacionalismo mexicano: expropiar el petróleo a favor del estado mexicano. Empresas norteamericanas e inglesas explotaban la riqueza petrolera mexicana y también al empleado mexicano al cual inmisericordemente discriminaban de manera terrible.
Lázaro Cárdenas del Rio fue el último gobernante nacional surgido del movimiento revolucionario mexicano, el último presidente mexicano del Partido Nacional Revolucionario, ahora llamado PRI, con el enfoque social de apoyo y ayuda al sector proletario, campesino y obrero del país. Las ideas de Lázaro Cárdenas forjaron una corriente sumamente fundamentada en los ideales de beneficio social e integrar a los pobres a planes de desarrollo tangible, fue tanto el trabajo a favor del pueblo que el día de sus funerales prácticamente los mexicanos se volcaron a las calles para darle el último adiós.
Las ideas cardenistas para el progreso petrolero mexicano fueron bien creadas, lo malo de esto estriba en el giro que se le dio posteriormente, donde la corrupción ejercida en administraciones posteriores a la de Cárdenas del Rio, dieron «al traste» con las ideas claras y brillantes de Lázaro Cárdenas, impidiendo el desarrollo y evolución que estaban ideadas para ser activadas paulatinamente, pudo más el amor por los bolsillos propios en vez del progreso del pueblo mexicano, Cárdenas del Rio seguramente moriría nuevamente de tristeza al ver en qué se ha convertido PEMEX a través de los años y el mal uso que se le ha dado por los sucesores presidenciales a partir de su muerte.
Es claro que el petróleo mexicano sigue siendo manipulado por extranjeros influyentes, es un secreto a voces que desde hace años las empresas que actúan en los rubros de exploración, perforación y demás actividades inherentes a tales actividades, son empresas foráneas las que «ayudan» a PEMEX con dichas funciones. Según investigaciones y testimonios, tales hechos son a raíz de redes de corrupción que reparte grandes cantidades de dinero, el cual impacta al frenado del desarrollo nacional en dichas actividades.
La defensa que ahora se ha iniciado para defender la soberanía petrolera, implica muchos esfuerzos, quitar intereses sumamente grandes, los cuales pueden costar hasta vidas de personas, pues lo que esta en juego es mucho. La izquierda mexicana se ha pronunciado a favor de la defensa del petróleo mexicano, se tendrá que hacer más que mítines para poder defender y reformar las acciones petroleras nacionales para poder darle sentido a las ideas cardenistas, motivo por el cual Lázaro Cárdenas ejecutó dicha expropiación. No bastará con ejercicios de protesta, ni mítines; se requiere que la izquierda realmente esté unida, unificada por un bien común para reintegrar cabalmente la soberanía plena y total del petróleo así como el dinero obtenido del petróleo a las causas justas para el cual fue nacionalizado y de propuestas viables, como se ha venido haciendo.
Desafortunadamente, el petróleo actualmente no es de los mexicanos, aunque aparente que lo es; son los presidentes que han habido después de Lázaro Cárdenas quienes dieron y siguen dando mal uso a los recursos obtenidos del petróleo a favor de extranjeros y un sector «poderoso» de mexicanos quienes aprovechan clandestinamente del recurso propiedad de México y sus pobres.