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*USA EL APELLIDO SILVA ALEMÁN SIN AUTORIZACIÓN.
«La Columna», Por José Cruz Delgado (11-I-2023).- Tuve el gran honor de conocer a Don José Silva, un hombre íntegro, honesto, hombre de honor y amigo de todos los apatzinguenses, también a su señora esposa, hijos e hijas cuando de estudiante viajaba de Morelia a Apatzingán invitado por Julio César Silva Alemán, periodista y analista político, actualmente director de Suma y Presidente de la Comisión de Derechos Humanos en el estado de Michoacán, organismo no gubernamental, quien me ofrecía su casa donde me alojaba en mis andanzas.
Pero ya sabe, como en todos los hogares no falta un prietitito en el arroz, alguien de mala leche. Sí, ese prietitito es Cesar Silva Alemán, a quien muchos confunden con Julio César, ojo, uno es Julio César y el otro es solamente César, para que no se confunda.
César es un tipo prepotente, soberbio y malagradecido que se siente político, pero no tiene nada, no tiene madera para ello.
Hace unos días, el 27 de diciembre del año pasado para ser exactos, realizó una rueda de prensa en Apatzingán, con esa arrogancia que lo caracteriza, en la cual se autonombró “vocero de la Familia Silva Alemán” al asegurar que: “La Familia Silva Alemán se suma al apoyo de familias de escasos recursos económicos”, cosa que desmintió Julio César Silva quien aseguró que cómo es su costumbre mintió a la prensa al asegurar: “Que son tres mil paquetes para elaborar la cena de fin de año”, cuando en realidad rifó aproximadamente 300 pollos y escasamente 200 kilos de carne, o sea pues, en realidad rifó “tacos de pollo y tacos de carne”. Luego entonces “mintió nuevamente”, ya que en la realidad, “ni todos los pollos ni toda la carne” llegó a
las manos de las “familias de escasos recursos económicos”.
En un comunicado que envió julio César Silva Alemán a esta redacción, desmiente que César sea vocero de los Silva, y que en ningún momento tuvo la gentileza o respeto a la familia Silva Alemán y nunca pidió autorización para hablar en su nombre, mucho menos autonombrarse vocero.
Señala el comunicado: «Más mentiras del mitómano César al asegurar que cuenta en 17 Estados de México, con empresas del Corporativo la Fuente”, y que en la vida real nada más cuenta con la camisa que se pone y tiene el logotipo “La Fuente”. El Corporativo la Fuente es historia en la febril y calenturienta imaginación de César.
Por otro lado el que “tiene otros datos”, César el empresario entre comillas asegura que cuenta con el apoyo de la Asociación de Distribuidores de Vinos y Licores del País, para “acabar” con el hambre en Apatzingán, nada más falso.
Todo lo dicho por César es demagogía político-electoral.
En el comunicado acusa que César
ahora ‘intenta’ que sus amigos y compadres que ha defraudado, le perdonen, incluyendo a exempleados que ofendió, humilló y degradó.
“Anunciar este tipo de acciones tiene propósitos político-electorales, “es una estrategia indigna en la nueva generación”, la filantropía solo lo es en la discreción de la acción. Publicitar ayuda a segmentos precarios es utilizar la pobreza para lograr una ganancia política”.
Pues sí, la realidad de las cosas es que César Silva, no Julio César, no tiene tablas para ser políticos, no es más que un oportunista que de todo quiere sacar provecho, tampoco es de buen corazón como presume, es todo lo contrario, es un lobo disfrazado con piel de oveja que cuando menos se espera da el zarpazo. De verdad, es un hombre de mala entraña en el que nadie pude confiar, en sí, es un oportunista, ojalá que la dirigencia del Partido Verde no se deje engañar por este vivales que todo mundo rechaza por prepotente y arrogante.
