17 Diciembre 2022 Asuntos económicos
Aunque el volumen del comercio aumentó este año, el deterioro de la economía global y la creciente incertidumbre provocaron una tendencia negativa en su valor nominal, que llegará a 32 billones de dólares en los últimos seis meses de 2022, según la conferencia que monitorea esa actividad económica. El retroceso se atribuye a la baja en los precios de la energía, principalmente.
El comercio mundial alcanzará un nuevo récord; sin embargo, el deterioro de las condiciones económicas y el aumento de la incertidumbre lo han desacelerado hasta llegar a una contracción durante la segunda mitad de 2022, informó este martes la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
En una publicación de actualización de la actividad comercial la UNCTAD previó que el comercio mundial llegará a un nivel récord de alrededor de 32 billones de dólares en 2022 con un aumento del 10% en el intercambio de bienes y del 15% en el de servicios.
Esos niveles se deben en gran medida al sólido crecimiento del primer semestre, por el contrario, el crecimiento ha sido moderado durante la segunda mitad del año. En el tercer trimestre de 2022, el comercio de los bienes disminuyó un 1% en relación con el segundo trimestre de 2022. En tanto, el comercio de servicios aumentó alrededor del 1,3% en el mismo periodo.
Para el cuarto trimestre, estima que el valor del comercio mundial disminuirá tanto en los bienes como en los servicios.
La UNCTAD matizó la contracción, explicando que ésta ha sido nominal, ya que el volumen del comercio siguió aumentando a lo largo del año, lo que muestra la resistencia de la demanda global.
Bajan los precios de la energía
Parte de la caída en el valor del comercio internacional durante la segunda mitad de 2022 se atribuye a la baja en los precios de los productos primarios, especialmente de la energía.
La UNCTAD destacó que la demanda de productos extranjeros demostró ser resistente durante el año, alcanzando un aumento del 3% en los volúmenes comerciales.
Sin embargo, estimó que las fricciones geopolíticas, la inflación que no cede y la menor demanda mundial afectarán negativamente al comercio mundial en 2023.
El análisis detalló que los precios internacionales de los insumos intermedios y los bienes de consumo han seguido aumentando en el semestre en curso, lo que ha suscitado preocupación dada la persistencia de la inflación.
© Unsplash/Arvind Vallabh
Bienes y servicios
Reveló además que la caída en el valor del comercio mundial se ha limitado hasta ahora a los bienes ya que los servicios han sido más resistentes y su valor siguió incrementándose durante el periodo en cuestión.
La publicación precisó que con excepción de Rusia, el comercio de bienes para todas las principales economías estuvo muy por encima de los niveles del año anterior, aunque la tendencia positiva se revirtió para la mayoría de las economías en el tercer trimestre.
De acuerdo con los datos de la Conferencia, los países con mayor actividad comercial en el tercer trimestre fueron Brasil, China e India.
En el tercer trimestre, las economías de Asia oriental mostraron mayor resiliencia, mientras que el comercio Sur-Sur se rezagó.
Año sombrío
Para el 2023, la UNCTAD proyecta un panorama sombrío en la esfera comercial, con una mayor desaceleración debida a factores como un menor crecimiento de la economía causado por los elevados precios de la energía, el aumento de las tasas de interés, la inflación sostenida en muchas economías y el contagio económico negativo de la guerra en Ucrania.
El estudio argumenta que los altos precios de los bienes comercializados y de la energía, así como el aumento continuo de los insumos intermedios y los bienes de consumo disminuirán la demanda de importaciones, reduciendo el volumen del comercio internacional.
Además, señala que los niveles récord de deuda global y el aumento de las tasas de interés generan dudas sobre la sostenibilidad de la deuda. No obstante, prevé un endurecimiento continuo de las condiciones financieras, lo que aumentaría aún más la presión sobre los gobiernos altamente endeudados y afectaría las inversiones y los flujos comerciales internacionales.
La UNCTAD citó otros factores que inciden en los patrones del comercio internacional como la reconfiguración de las cadenas de suministro globales y la buscada transición hacia una economía más verde, que estimularía la demanda de productos sostenibles, reduciendo la de combustibles fósiles.